Tigre y Vélez empataron sin goles en el estadio José Dellagiovanna, en el marco de la fecha 7 de la Copa de La Liga Profesional de Fútbol. El ‘Fortín’ sufrió la expulsión temprana de Nicolás Garayalde y jugó con uno menos casi todo el partido.

En una semana caótica para el conjunto de Liniers, que está al borde de la zona roja de la tabla anual, el arbitraje de Jorge Baliño y Nazareno Arasa en el VAR quedó en el centro de las polémicas. 

Por ese motivo, Sebastián Méndez fue el que más demostró su enojo en la noche del viernes cuando se retiró del Monumental de Victoria. El director técnico abandonó el estadio sin hablar en conferencia de prensa, ni tampoco con los periodistas partidarios.

Luego de haber perdido ante Huracán en la jornada pasada, hubo reunión interna entre el ‘Gallego’ y el plantel para acordar los pasos a seguir y tratar de sacar al “Fortín” del mal momento deportivo.

Tras el partido, Méndez dialogó con el equipo y les remarcó que necesita compromiso de parte de los jugadores y afirmó que quienes no lo estén, no jugarán más, según pudo saber Doble Amarilla.

El entrenador velezano vio “poco involucrados” a los futbolistas en la cancha de Huracán, por lo que necesitó llamarles la atención. La misma situación ocurrió con los dirigentes, quienes también dialogaron con algunos jugadores para pedirles un mayor compromiso.

Sumado a ello, en la noche del sábado, el micro de los jugadores fue increpado por algunos hinchas del 'Fortín' que se acercaron a la concentración en la Villa Olímpica para recriminarlos por el rendimiento del equipo e impidieron la presencia del plantel en el festejo de cumpleaños de Santiago Castro que estaba organizado en un salón en la localidad de San Martín.