Nada más propio en el calcio italiano y milanés que el Milan, un club que hizo historia en la ciudad de la moda rivalizando ante una institución que se gestó a base de inmigrantes: el Inter.

Hoy, ese club propiedad de Silvio Berlusconi, está a punto de ser vendido a un fondo de inversión asiático cuyos capitales principales son chinos. El Milan es la última de las grandes glorias europeas en sucumbir a capitales, hasta hace poco, exóticos para el fútbol. 

Según informa La Gazzetta dejo Sport, esta semana finalmente se cerrará la anunciada compra del Milan por parte del fondo Sino-Europe Sports (SES). El acuerdo corrió riesgo por algunos inconvenientes financieros de los compradores sumado a complicaciones para sacar el dinero de Pekín. Pero el martes arribarán directivos a Italia para cerrar la compleja operación que incluyó a bancos de Luxemburgo y dinero que llega en aviones. La suma final es cercana a los 750 millones de euros, de los cuales 200 millones son para hacer frente a deudas. La idea de Silvio Berlusconi es que el miércoles se cierre el trato, el jueves se apruebe en asamblea y el viernes se presenten a los nuevos accionistas.

Il cavilare adquirió el equipo rossoneri en 1986 y desde entonces, ha conseguido llevar al club a lo más alto para después conducirlo, durante los últimos años, a los tiempos más oscuros de su historia. Deja el control, aunque seguirá en el club, con 28 títulos en su era, cinco de ellos Champions.

Así los dos grandes clubes de Milan ya no serán italianos ya que hace unos años capitales indonesios se quedaron con el Inter. Sólo queda la pasta.