Horas de máxima incertidumbre se viven en uno de los canales que trasmite el fútbol argentino de Primera División. La decisión de Enrique Sacco, gerente de contenidos de la señal, de echar al periodista Hernán Castillo generó una explosión interna y llenó de incertidumbre a todos los empleados que desde hace casi un año sienten que están a la deriva.

La, técnicamente, no renovación de Castillo se dio bajo el argumento de una decisión netamente de contenidos. De hecho, la reunión duró 5 minutos y se sólo se habló de un "giro editorial". Sin embargo, todo el fútbol argentino tenía en claro que no viene por ahí la mano. Hasta la llegada de Quique Sacco, Castillo no sólo era el conductor de los dos programas centrales de la señal, sino que también ocupaba una función directiva. En ese rol, fue una pieza clave en la relación del canal con autoridades de AFA, la Liga y varios clubes con los que TNT Sports hizo negocios como producciones de contenidos. A los pocos días de su desembarco, allá por marzo, Sacco lo relevó de esas funciones limitando al periodista a su rol frente a las cámaras.

La relación entre TNT Sports y el fútbol se viene deteriorando desde inicio de año. Con guiño de AFA, el canal intentó a fines de 2020 quedarse con todo el fútbol argentino desplazando a su socio Disney (con el que siempre hubo tensión). La movida fue avalada por las máximas autoridades de Warner Media a tal punto que el mismo Whit Richardson, su presidente para Latinoamérica, convalidó en diversas calls la embestida contra sus socios. Sin embargo, la reacción de Disney fue interponer una demanda contra Turner en Estados Unidos y ahí las cosas cambiaron. A Buenos Aires llegó una contraorden y se dio marcha atrás con el plan original. Desde ahí algo se rompió, tanto con los dueños de ESPN y Fox como con la AFA.

Gustavo Minaker es Head of Sports para Latam. Desde las oficinas de Buenos Aires lo apuntan como el culpable del empeoramiento en las relaciones con el fútbol.
Gustavo Minaker es Head of Sports para Latam. Desde las oficinas de Buenos Aires lo apuntan como el culpable del empeoramiento en las relaciones con el fútbol.

Rápida de reflejos, Disney no solo se mantuvo en el fútbol llegando a un acuerdo para que AFA no disolviera el contrato sino que también firmó una extensión del vínculo hasta 2030 por lo que desembolsó unos u$s 45 millones. Así dejó en offside a TNT Sports que se vio obligada a seguir el mismo camino para no quedarse fuera del fútbol. Fue justo bajo este contexto que entraron en juego Sacco, como nuevo gerente local, y Gustavo Minaker, un argentino que vive desde hace años en Chile y que pasaría a ser el nuevo Head Sports manager para la región por designación directa de Richardson.

Desde AFA entienden que desde hace meses Sacco y Minaker dilatan una oferta y la relación es cada vez peor. A eso se suman tensiones con la Liga Profesional y con los clubes que están muy disconformes con el monto que desembolsa TNT y por la forma de pago.

Una muestra de la relación tirante es que el canal perdió los derechos para trasmitir el fútbol femenino y el fustal. En AFA lo relacionan directamente con el mal vínculo con las autoridades del canal. Según cuentan, el contrato se venció y nadie se acercó a cerrar uno nuevo. Ahí fue cuando la TV Pública aprovechó ese delay y se quedó con las trasmisiones. Desde TNT argumentaron, internamente, que no eran redituables. Sin embargo, cuentan desde los medios estatales, que ambos productos son un éxito comercial.

Tampoco está bien la relación entre el Gobierno y TNT. Hay que recordar que el gobierno de Mauricio Macri fue el principal interesado en que Turner se quedara con parte de los derechos allá por 2017. También fue central en el desembarco de CNN en Argentina. El acuerdo, sellado por Marcos Peña, venía acompañado de una inmensa torta publicitaria. Es por eso que en el Gobierno de Alberto Fernández siempre vieron al macrismo detrás del canal. Más aún con el desembarco de Sacco (pareja de María Eugenia Vidal) y con un asesor que se sumó hace poco al staff: Fernando Marín. La "asesoría" de Marín fue avalada directamente por Richardson e hizo que muchos se preguntaran si Mauricio Macri no estaba detrás de negocios con el fútbol argentino. Hay que recordar que Marín fue clave en el desarmado del Futbol Para Todos que allanó el camino para que Turner y Fox se quedaran con las trasmisiones.

Reunión entre Macri y Richardson en 2016. En ese encuentro se gestó el ingreso de TNT al fútbol argentino. Antes, Marín fue el encargado de sepultar el “Fútbol Para Todos” y allanar el camino.
Reunión entre Macri y Richardson en 2016. En ese encuentro se gestó el ingreso de TNT al fútbol argentino. Antes, Marín fue el encargado de sepultar el “Fútbol Para Todos” y allanar el camino.

La tensión en los últimos meses se dio porque ESPN llegó a un entendimiento (de contenidos y comercial) con el Ejecutivo y le cedió a la TV Pública dos partidos de la Liga para que puedan pasarse por las pantallas del canal estatal. Sin embargo, desde TNT se mostraron inflexibles y no quisieron llegar a un acuerdo similar al de su socio, pese a que comercialmente era una buena alternativa. Esto generó otro malhumor más con AFA, ya que Tapia había prometido al Gobierno que la negociación con ambos canales iba a llegar a buen puerto y consiguió un resultado parcial.

TNT logró, además, algo inédito para los tiempos que corren en el fútbol argentino: que tanto la AFA como la Liga tengan una visión única en medio de las turbulencias y la consideren como “una empresa no cumplidora”. No sólo porque prometen discutir los números del contrato y no lo hacen, sino porque también prometen negocios alternativos como la televisasión de amistosos y luego no cumplen. Un importante dirigente de la Liga que también mantiene buena relación con Tapia lo definió de la siguiente manera: “Siempre se esconden. Cambian gerentes e interlocutores todo el tiempo. Las autoridades de Buenos Aires le echan la culpa a los directivos que están fuera del país. No cumplen, no son serios y muchas veces boicotean ellos mismo el producto”.