Uno de los compromisos por los cuales Claudio Tapia tuvo que postergar para el miércoles su reunión con Edgardo Bauza y Marcelo Tinelli fue porque debía estar presente en el nuevo predio de Boca Juniors en Ezeiza y no en el de la AFA. Aquellas 40 hectáreas que el club Xeneize recibió sin costo por parte del Municipio de Ezeiza en 2013 se transformaron en un centro de entrenamiento de alta complejidad con estándares europeos en el que se entrenarán a partir de mañana todas las divisiones inferiores.

El predio cuenta con ocho canchas de dimensiones profesionales, cuatro de fútbol cinco, de las cuales una es techada, diez vestuarios para jugadores y seis para técnicos. En una segunda etapa la idea de la dirigencia es construir un edificio con habitaciones para que los jugadores dispongan de hotelería en caso de entrenamientos doble turno e incluso para las concentraciones.

En principio, el predio iba a llamarse Mauricio Macri, pero los directivos de Boca captaron el rechazo popular de un gran sector de los hinchas y por eso no tendrá ningún nombre propio. "Por unanimidad de la Comisión Directiva queríamos que el complejo se llamara Mauricio Macri pero él nos dijo que no era el momento. Rechazar un homenaje tan grande habla de su grandeza, aprendo de él todos los días", se derritió Angelici con el Presidente de la Nación a su lado. 

Las que sí serán bautizadas serán las canchas y las calles internas del club. "Vamos a pedirles a los socios que nos ayuden para ponerle nombre a las calles y a las canchas porque el club es de los socios", declaró Angelici en su discurso.

Por su parte, Macri también tuvo la palabra en el acto y si bien intentó dar un mensaje político con respecto a los proyectos y el crecimiento que él quiere para el país, también felicitó a la dirigencia de Boca por "animarse" a emprender un proyecto tan grande.