Boca se entrenó este martes en Casa Amarilla bajo la atenta mirada de Guillermo Barros Schelotto, pero no fue una mañana más. 

Lo llamativo se produjo cuando los futbolistas comenzaron a patear tiros libres y el que se puso a atajar fue Darío Benedetto, quien sacó varias y, en una puntual, quedó con el brazo dolorido. Otras le entraron al ángulo y se le hicieron imposibles al delantero, como la de Wilmar Barrios.