(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El empate ante Los Andes, le sacó la primer sonrisa en mucho tiempo a estudiantes de San Luis. La igualdad lo mantenía en la B pese a su angustian situación económica producto de una administración oscura que derivó forzosamente en una intervención del club.

Ahumada Kurz es un empresario y dirigente deportivo argentino con nacionalidad mexicana, dedicado principalmente a las ramas de la minería, la construcción y el fútbol. En algún momento fue el artífice de la candidatura de Daniel Vila a la AFA, junto a Leo Lopez, vicepresidente de Independiente Rivadavia de Mendoza. Aunque rápidamente los mendocinos se distanciaron espantados.

Su historia está relacionada con denuncias de delitos graves, polémicas y complejas relaciones de poder. Su curriculum en el fútbol no es para nada mejor. En Córdoba no dejó un buen recuerdo: fue el gerenciador que arruinó a Talleres y lo llevo al Federal A.

Una historia parecida sucedió con Estudiantes de San Luis, club al que gerenció hasta hace muy poco y dejó en ruinas, según consta en los balances a los que accedió Doble Amarilla. La diputada Ivana Maria Bianchi debió hacerse cargo de la entidad, oficiando de interventora por decisión del gobierno de la provincia, para evitar perder la plaza en la B Nacional.

En los papeles pueden verse diversas maniobras que pusieron en jaque la economía y las finanzas del club. En los mismos, por ejemplo, consta que la entidad le adeuda al empresario más de $18 millones debido a préstamos que habría hecho el propio Ahumada Kurtz al club entre 2014 y 2015. Además, según confirmó la intervención hubo auto-aprobación de balances y llamativas revaluaciones de las propiedades del club (el terreno pasó de valer $686.000 a $16.600.000 en poco mas de un año según los estados contables). 

Con todo este contexto y ya en plan de salida, Ahumada convocó a una asamblea el 16 de julio de 2015. Según testimonio de los participantes, el evento se hizo de manera express y bajo una fuerte custodia intimatoria de “los muchachos de Carlos”. En la asamblea, se aprobó un balance con un Patrimonio Neto negativo de $1.395.284 millones y un déficit operativo de $5.606.162 millones, pero tuvo tantas irregularidades que posteriormente la Justicia la anuló.

Claro, el apuro de esa junta de socios era aprobar dicho estado contable para ratificar que la institución le debía a su ya ex presidente, según balance 2015, $18.600.264. Es decir, su presidente en fuga era su principal acreedor y no quería irse con las manos vacías. Por supuesto, poco tardó el cordobés nacionalizado mexicano en reclamar esa suma, imposible de pagar para un club en bancarrota tal como lo dejó.

Lo llamativo es que, según consta en la documentación que maneja la intervención, desde 2012 hasta 2015 Ahumada recibió del ex gobernador de San Luis, Claudio Poggi, la no despreciable suma de $23 millones para la institución. Además, Estudiantes registraba el ingreso por derechos de TV de AFA ($1.200.000 por mes), más sponsors y abonos y entradas, aunque de estos registros, nada han recibido los interventores actuales. ¿Dónde está ese dinero? Ese es el gran misterio.

Pero las desprolijidades no terminan ahí. Al irse Ahumada dejó una una deuda con la AFIP por $845.478 (no pagaba desde Enero de 2015) y $302.407 en conceptos de ART. Esto deja reflejado que los jugadores no tenían cobertura, aún los juveniles, que viajaban cada quince días a jugar los torneos de AFA.

Las deudas frenan. La Asociación del Fútbol Argentino reclama $2.541.388 por adelantos financieros, Futbolistas Argentinos Agremiados asegura que no se le abonaron aportes y contribuciones de la Obra Social y cuota sindical en el período de junio de 2015 a junio de 2016, por $767.713.

Para completar este combo, la Liga Sanluiseña reclama cerca de $245.000 y aportes desde 2013 hasta 2016.

Durante la investigación hubo una serie de gastos que sorprendió a la intervención. Se trata de $12.664.966 que no cuentan con ningún tipo de respaldo. En esa suma hay unos $ 4.164.645 que se justifican bajo el ítem “gastos extraordinarios”, un clásico en maniobras fraudulentas.

En San Luis califican la salida de Ahumada Kurtz como una verdadera “huida” y cuentan que en ese escape dejó al plantel viviendo con lo justo en un hotel en Lobos y una deuda de mas de dos millones y medio de pesos. Este personaje pasó por el fútbol apadrinado por Grondona, hay escuchas que demuestran que Don Julio tuvo mucho que ver en los meteóricos ascensos de Estudiantes de San Luis. Hoy, en su paso por este deporte, dejó dos clubes fundidos, millones en deudas y prácticas reprochables. Hay quienes dicen que no hay dos sin tres, aunque pese a los rumores de que está intentando acercarse a otros clubes, esta vez parece que el propio sistema ya le sacó tarjeta roja.