(DE LA REDACCIÓN DE DOBLE AMARILLA) La bandera sorprendió. Instantes antes de empezar a jugar Centro Español - Liniers, un martes por la tarde, se lució el trapo que decía, clarito: "Basta De jugar días de semana. El jugador D ascenso trabaja". El reclamo directo y sin ningún lugar a segundas lecturas, fue una iniciativa de los jugadores, pero encontró complicidad en los dirigentes de la categoría, quienes se mostraron de acuerdo con el mismo, lo apoyaron y criticaron, duramente, los sobredimensionados operativos policiales.

Varios dirigentes de la categoría le dijeron a "Doble Amarilla" dónde ancla el problema. "Pedimos jugar los fines de semana los dirigentes del ascenso. Es más, si vos entras a la página oficial de AFA, fijate que la fecha 10 de este torneo se va a jugar toda el sábado. La AFA no es la que cambia los partidos", arrancaron y, enseguida, señalaron a la culpable de esto: la policía de la Provincia de Buenos Aires. "La AFA no puede jugar sin la policía. Es una ley. La única forma de modificarlo es cambiando las leyes. Que haya algún político que se preocupe por el tema".

Otro directivo, amplió un poco más el panorama: "El A.Pre.Vi.De se encuentra atado de pies y manos. No es ese organismo el que define que día se juegan los partidos", aclararon y señalaron que el problema nace en la cantidad de efectivos innecesarios que son destinados a los partidos: "Cómo van a decir que el mínimo para abrir una cancha son 40 personas, cuando van 30 personas. Eso es una barbaridad. Un partido de la D donde juegan Yupanqui y Deportivo Paraguayo no necesita 60 policías, necesita 10".

Otra fuente reconoció el mismo flagelo: "Esto le pasa a todo el ascenso. Hay operativos que están inflados y están inflados. Hay partidos de Primera D que se pueden arreglar con 5, 10 policías. Y hay partidos que sí necesitan una cantidad más importante".

Ya hablando sobre lo de la bandera que lucieron los jugadores de Centro Español y Liniers, un cuarto dirigente resumió: "Nosotros tenemos que volver a los sábados no sólo por los jugadores. Para abrir la cancha tuvimos que pedirle a gente que falte al trabajo, a la facultad, para venir a darnos una mano. Abrir un estadio un día de semana trae muchísimos trastornos. Tenés que preparar la utileria. Y la primera D no tiene personal rentado, somos los dirigentes los que hacemos todas las tareas. No le sivre a nadie, ni a jugadores, ni dirigentes, ni a hinchas, ni a socios. Los horarios no ayudan".