La madrugada del 9 de septiembre de 2018 marcaría para siempre la vida de dos familias: la de Néstor Francisco Mormandi de 54 años y la de Norberto Rodolfo Brienza de 55 años, que fallecieron cuando viajaban en un taxi que fue brutalmente embestido por un Volkswagen Sirocco que conducía el defensor Nahuel Zarate. Iba a 191 kilómetros por hora en plena Avenida General Paz, según determinó la pericia.

Zarate, en completo estado de ebriedad, se negó a realizar el test de alcoholemia. Fue finalmente realizado siete horas después, cuando el futbolista ya se encontraba internado en un nosocomio. El dosaje fue claro: 0,9 gramos de alcohol por litro de sangre. Los peritos determinaron, además, que Zárate estaba usando el teléfono celular mientras conducía. Quedó registrado en su móvil un mensaje en el que le enviaba un mensaje de audio a un amigo: “Recién agarré Dellepiane, en 15 minutos estoy”. Zarate estuvo detenido 23 días y recuperó su libertad.

Aún mas indignación provocó el caso cuando se conoció quién había sido protagonista de semejante accidente, ya que no era la primera vez que provocaba un accidente automovilístico manejando alcoholizado. Un poco más de un año antes, el 19 de junio de 2017, Zárate embistió varios tambores de 200 litros pintados de naranja que señalizaban un obrador en la Avenida 27 de febrero, rumbo a Puente La Noria. Transitaba a alta velocidad y se le detectó una graduación alcohólica de 1,34 gramos por litro de sangre. No fue procesado porque ninguno de sus amigos -que viajaban con él en el auto- denunciaron el hecho.

Según pudo saber Doble Amarilla, durante el tiempo que duró el proceso, la querella, encabezada por los Dres. Gabriel Iezzi y Ana Laura Palmucci, solicitó en repetidas ocasiones que Zarate continúe el proceso en prisión, ya que “el imputado registró graves incumplimientos de las condiciones de excarcelación” que le fueron impuestas por la Sala I de la Cámara del Crimen cuando fue liberado en 2018.

Finalmente, el 5 de agosto de este año, luego de pasar por Fénix, Gimnasia y Esgrima de Jujuy y mientras defendía la camiseta de Güemes de Santiago del Estero, comenzó el juicio. Estuvo a cargo del Tribunal Oral en la Criminal Nº 30 de Buenos Aires, que lo condenó el pasado 30 de agosto a cinco años de prisión de cumplimiento efectivo.

Los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis María Rizzi dictaron la sentencia, que se acumula con otra de diez años para conducir vehículos. De todas maneras, Zárate no irá a prisión hasta que la condena quede firme, porque puede apelar a Casación.

La fiscal Alejandra Gils Carbó había pedido una pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo por considerar a Zárate autor penalmente responsable del delito de doble homicidio culposo. La querella solicitó una condena de 17 años y pidió la inmediata detención por el peligro de fuga del imputado y porque consideraron que hubo inconducta procesal durante la investigación.

Como mencionábamos anteriormente, por el derecho del condenado a apelar la sentencia, el defensor continua en libertad y ejerciendo su profesión. De tal manera lo hace que hace un par de semanas fue el encargado de marcar el gol con el que Güemes de Santiago del Estero empató ante San Telmo. El último fin de semana, volvió a anotar en la goleada ante Santamarina de Tandil por 3-0, un resultado que le permite seguir en busca de conseguir el ascenso a la Primera División.

Mientras tanto, la familia de las víctimas siente "desazón, tristeza, impotencia, pero a la vez están bastante conformes con fallo. Les interesa que al menos un tiempo este preso", le dijeron desde la querella a Doble Amarilla.