(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Tal como hace pocas semanas pasara con San Telmo, un club del Ascenso vive convulsionados días en la política interna. El tópico es similar: ante la inminente renovación de autoridades, los ‘históricos’ no quieren que continúe el referente del club en AFA. Aducen personalismo, falta de atención al club, autoritarismo. El club de Ascenso que vive eso en estos días es Defensores de Cambaceres. El dirigente afista al que quieren lejos del club, es Héctor Sebastián Martinetti. 

Con la fecha establecida para el próximo 21 de septiembre, Cambaceres elegirá a sus nuevos dirigentes en una Asamblea que tendrá lugar en la sede social de la institución. Confluyen, en este acto, dos fuerzas que tienen el mismo origen: el actual oficialismo. Martinetti, actual vicepresidente primero del club, va como candidato de su sector, bajo el sello de ‘Nueva Generación’, lo que es además de un sello, una declaración de principios. 

Distanciados de la rama histórica, que lleva de máximo candidato a Rubén Zamponi quien ocupa otra de las vicepresidencias del club, junto a Martinetti. El sello de Zamponi es el Movimiento Resurgimiento Rojo. Zamponi, sin eufemismos, eligió ir al grano y manifestar que “todos saben porque tengo diferencias con Martinetti. Actúa de una manera muy diferente a la que yo pienso que hay que actuar dentro de una Comisión Directiva. Tengo diferencias de coherencia y respeto con Martinetti”. El histórico dirigente tira sobre la mesa sus pergaminos, remarcando en una nota periodística que estuvo en la directiva que obtuvo el último ascenso a la Primera B Metropolitana, algo que hace mella en sus contrincantes.  

Mientras tanto, Martinetti, hombre de acumulado tránsito en los últimos años en AFA y de fuerte protagonismo dentro del núcleo Ascenso Unido, hace llamados a debatir públicamente, algo que va a contramano del pedido del intendente local y con lógica injerencia en la vida de Ensenada, Mario Secco. El kirchnerista puso sus fichas a la unidad y hasta sentó en la misma mesa a representantes de ambas listas en las últimas horas, en el último movimiento buscando la unidad en la interna del club. Secco falló, y ante eso, miraría con más interés las elecciones legislativas de octubre donde su madrina política Cristina Fernández de Kirchner pone mucho en juego, y no tanto la contienda en el club de la ciudad, algo que quiso y quiere evitar, pero que no pudo. Ahora, la elección roja no estará en su agenda. 

Mientras se transitaba el mercado de pases luego de la milagrosa permanencia del equipo en Primera C, y cuando muchos hinchas del Rojo aguardaban que el referente dirigencial se ocupara de cuestiones de Cambaceres, Martinetti no tuvo empacho en mostrarse en reuniones con el presidente de Conmebol o en las tribunas del Estadio Centenario alentando a la Selección. Eso, terminó cayendo mal en muchos sectores del club, que buscan dejar atras el mal paso deportivo. De esa situación, se agarran los rivales de Martinetti para hablar de presonalismo. La era Julio Grondona terminó y con ello un estilo de dirigentes que hoy por hoy son acusados de descuidar los intereses colectivos y que prevalezcan las mezquindades individuales.

Hace mes y medio ocurrió algo parecido en San Telmo, pero con consecuencias lamentables. La asamblea que iba a renovar el mandato del presidente Fernando Leiró fue interrumpida abruptamente por el ex vicepresidente Fabián Lovato, el embajador en AFA del club. Según contó el propio Leiró y otros miembros de su comisión Lovato legó con más de una decena de barras de la Isla Maciel para forzar la interrupción de la asamblea. El motivo: Lovato no estaba incluido en la nueva comisión tras diferencias importantes respecto a su trabajo por el club. El hecho terminó en escándalo y con el exdirigente, a quien desde ese momento en el club apodan "Lobarra" fuera de la institución. Parece cada vez más habituales las diferencias entre quienes llevan las riendas de la relación en AFA y los que se ocupan del día a día del club. Si bien es muy común en el Ascenso, la Primera no está del todo exenta a estos episodios tampoco, aunque en medida mucho menos.

El de Cambaceres es otro caso más en el que se muestra que la trayectoria en AFA o los contactos con la gente de peso de la Casa, no alcanzan para que en el club no haya sobresaltos. Y esto, ha empezado a ser cada vez más común en el último tiempo.