Alejandro Domínguez comienza a erigirse como uno de los dirigentes que quedará en la historia del fútbol sudamericano. Una historia que está cumpliendo sus primeros ocho años de gestión. 

El ex mandamás de Olimpia de Paraguay llegó a la Presidencia de CONMEBOL en el año 2016 para tratar de encausar una confederación muy golpeada por el famoso FIFA Gate y lo ha logrado. Desde su asunción se pudo recuperar más de US$ 128 millones malversados mediante una auditoría forense y fueron devueltos a su legítimo dueño: el fútbol sudamericano, a través de inversiones en las diversas categorías y modalidades de este deporte. 

Desde un comienzo, Reinvertir en el fútbol; Reglas claras; Institución Líder y Centrada en el Fan y la certeza de reposicionar a Sudamérica como el mejor fútbol del mundo. 

En este período de tiempo, la CONMEBOL triplicó sus ingresos y el año pasado llegó a sumar US$ 520 millones, un récord sin precedentes. Además, se cuadruplicaron los premios en torneos de clubes, acumulando más de US$ 1.600 millones distribuidos. Para ejemplificar vale tomar a la CONMEBOL Libertadores Femenina, que experimentó un incremento del 1.075% en los premios entre el 2015 y 2023.

Entre los que se destacan cuatro copas: el título Mundial Sub17 – 2019 y la Medalla de Oro de los Juegos Olímpicos de Tokio – 2020, ganadas por Brasil, la Copa Mundial conquistada por Argentina en Catar 2022, y el Mundial Sub20 obtenido por Uruguay en 2023.

Más allá de los logros conseguidos, La misma que se disputará en territorio estadounidense a mitad de este año, con seis selecciones invitadas de CONCACAF en un importante e histórico acuerdo y con el Mundial del Centenario FIFA 2030 en el horizonte, que tendrá sus primeros partidos en donde todo comenzó: Sudamérica.