El fútbol entrega todo tipo de historias y, en este caso, destacamos una de resiliencia y superación. El protagonista es Luciano Cabral, futbolista surgido de las inferiores de Argentinos Juniors y con un futuro más que promisorio, apadrinado por Juan Román Riquelme pero que encontró la cárcel en la cúspide de su carrera y que, tras cinco años detenido, tuvo su “segunda oportunidad”. 

Le tocó volver a nacer en Coquimbo, de la liga chilena, donde Cabral fue parte del once inicial ante Palestino (igualaron 1 a 1). El mendocino, cuando transcurrían 28 minutos de la primera etapa, recibió una cesión y desde el punto penal remató a un palo y pudo volver a gritar un gol. El tanto más disfrutado, y en el que la emoción le ganó a todos. 

“Estoy muy contento. Fue una sensación muy linda, volver a una cancha con gente y convertir el gol. No encuentro palabras para describir las emociones que sentí”, sostuvo el exfutbolista de Argentinos Juniors ante los micrófonos de D-Sports Radio.

“Uno, cuando pasa una experiencia asi, empieza a ver las cosas de otra manera. No solo desde lo deportivo, también en la vida misma. Todo eso no me lo olvido, por eso pongo el foco en disfrutar. Mi familia y mis amigos me sostuvieron de pie para poder volver cuanto antes”, destacó Cabral. Un talentoso futbolista que no olvidó el gesto de sus excompañeros de sus días en el ‘Bicho’: “Agradezco a toda la gente que estuvo cerca mio. Rolon, Lucas Chaves. Francis y Alexis Mac Allister. Toda la gente de Argentinos”.

Su historia, es una historia de resiliencia, pero el camino no fue nada sencillo: Cuando pasaron los primeros años en la cárcel perdí la esperanza de volver a ser jugador de fútbol. Muchos no me escribían, el teléfono dejó de sonar y por un tiempo se me apagó todo. Duele que muchos se alejen, que muchos se aparten y te dejen solo. Me aferré a Dios, a mi familia y amigos y empecé a ver de vuelta la luz para poder volver. Y ese es el mensaje que quiero dejar, el de poder aferrarse a los que nos saque adelante", relató en diálogo con el programa "¿Cómo Te Va?".

La experiencia del encierro cambia a cualquiera que la vive y Cabral no es la excepción: "No sabría definir lo que es la cárcel. Estás mucho en contacto con más cosas malas que buenas. Llevo cinco meses en libertad. Me costó creer y acostumbrarme a estar con mi familia cuando salí de la cárcel. Es un proceso que uno va asimilando, tuve pesadillas y suelos raros, pero de a poco voy dejando todo atrás. Le agradezco a Coquimbo por darme la oportunidad y por cómo me han tratado. Estoy tratando de aprovechar la oportunidad que me dieron y puedo hacerlo con un gol", detalló el futbolista del equipo trasandino. Y agregó “sueño con darles a mis hijos una mejor calidad de vida. Por darles consejos, valores y que no pasen por lo mismo que yo para disfrutar el día a día”.

El futbolista, de anterior paso por Argentinos Juniors, no descartó la chance de volver a lucirse en el ámbito local: “Me gustaría en algún momento volver al fútbol argentino. No dejo de proponerme metas y pensar en grande, pero quiero llevar este proceso día a día. Lo llevo trabajando en silencio para aprovechar cada oportunidad que me brindan”.

La previa al partido del regreso a las canchas, ante Palestino fue a pura emoción: “Cuando el técnico a la noche previa me confirmó que jugaba al otro día, empecé a imaginarme un montón de cosas. Me emocioné mucho cuando metí el gol, sentí alegría y felicidad. Tantos años esperando ese momento…Pensaba en mi familia, en todo lo que pasé, en mi papá que seguro me estaba viendo. Me había olvidado lo que era gritar un gol. Solo me salió tirarme al piso a festejar con mis compañeros y llorar", se sinceró Cabral.

El jugador obtuvo hace algunos meses la libertad condicional, tras ser declarado culpable como coautor del asesinato de Joan Villegas, en la madrugada del 1° de enero de 2017 del que su padre se declaró autor material del hecho. Coquimbo lo contrató y le dio la posibilidad de volver a pisar una cancha. Cabral reflexionó “Yo ya estoy donde quiero estar, pero tengo una parte mía, que vive en ese lugar del que pude salir. Y quiero alentar a mi viejo que está ahi, para hacer las cosas bien y que pueda disfrutar con mi hijo”, mientras no podía evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos, luego de poder comenzar a revertir su situación y aprovechar esta segunda oportunidad que le dio la vida y el fútbol.