Boca Juniors empató esta noche 1-1 como local ante Corinthians, de Brasil, y sigue ocupando el segundo puesto de la Zona E de la Copa Libertadores detrás de su rival de hoy, aunque depende de sí mismo para clasificarse a octavos de final cuando en la sexta y última fecha de la fase de grupos reciba a Deportivo Cali, de Colombia.

Boca jugó su mejor partido de esta Copa Libertadores y por extensión también la mejor del año teniendo en cuenta la jerarquía del rival.


El conjunto dirigido por Sebastián Battaglia jugó como debía hacerlo ante un compromiso de esta envergadura, de manera muy diferente a la que lo había hecho el fin de semana ante Racing Club por la semifinal de la Copa de la Liga Profesional, cuando pasó a la final sin patear ni un tiro al arco.

Esta vez Boca fue un equipo activo en la primera presión, que por lo general es blanda pero en esta oportunidad no lo fue tanto, sobre todo por la prodigalidad del pibe Exequiel Zeballos, bien secundado en esa función por Darío Benedetto y Eduardo Salvio.

Pero el que se llevó la mayor cantidad de loas fue Alan Varela, volviendo a sus buenos momentos como volante central de un terceto, el de la MVA, que integraba la media cancha de Boca que completaban Agustín Almendra y Cristian Medina.

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Claro que todo eso de bueno que estaba realizando Boca desde el pitazo inicial del uruguayo Christian Ferreyra pareció derrumbarse apenas transcurrido el cuarto de hora de la primera etapa cuando un remate sin demasiada potencia desde el borde del área de Du Quiroz no logró ser alcanzado por Agustín Rossi.

Pero si lo de Boca había sido bueno desde la ambición por la victoria cuando estaban 0 a 0, mucho más lo fue a partir de estar y, sobre todo, "sentirse" en desventaja.

Pero todos esos atributos que había mostrado el cuestionado equipo de Battaglia al que anoche salió a defender su vicepresidente, Juan Román Riquelme, iban a tener su premio cuando ya expiraba el primer tiempo y el peruano Carlos Zambrano le bajó de cabeza un centro a Benedetto para que este celebrara con el gol del empate su cumpleaños número 32.

Todo quedó servido entonces para que Boca se lanzara en pos del triunfo en la segunda mitad, ya que no solamente era dominador del partido desde lo futbolístico, sino que a partir de ese gol postrero, también desde la anímico.

Y esto se maximizó cuando promediando la etapa se fue expulsado el colombiano Víctor Cantilo por propinarle un golpe con el puño derecho a Guillermo "Pol" Fernández, lo que generó un arremolinamiento de cinco minutos entre los jugadores de ambos equipos en la mitad de la cancha.

A partir de allí (también fue expulsado el técnico visitante Vítor Pereira) fue un dominio absoluto el que ejerció el conjunto boquense con Varela y Fernández como conductores, y dos veces estuvo Eduardo Salvio cerca de romper la paridad, primero con un mano a mano que ganó el arquero Cassio y sobre el epílogo con un cabezazo en la boca del área chica tras un preciso centro de Óscar Romero que se fue junto al poste derecho.

Y con esa posibilidad se esfumó también la chance de que Boca empezara a ajustar su clasificación a octavos de final, ya que con el empate no modificó su status quo en el grupo, que sigue siendo encabezado por Corinthians, ahora con 8 unidades (los brasileños también son también únicos punteros del Brasileirao), seguido por el "xeneize" con 7, pero si Deportivo Cali (5) le gana el jueves a Always Ready (4) lo superará.

A favor tendrá Boca sin embargo que todo dependerá de si mismo, porque justamente el jueves 26 de mayo recibirá a los colombianos en la Bombonera para cerrar la fase de grupos, y siempre y cuando se de la victoria de estos sobre los bolivianos, el equipo de la "Ribera" se terminará clasificando en caso de salir victorioso, sin depender de lo que ocurra en San Pablo entre Corinthians y Always Ready.

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