El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogério Caboclo, pierde apoyo de muchas instituciones deportivas y su gestión tambalea. Se estableció una pelea con un empleado del ex mandatario Marco Polo Del Nero que terminó de detonar la interna.

Según publicó el medio Globo Esporte, hay muchas críticas a la conducta de Caboclo por parte de presidentes de clubes, presidentes de federaciones estatales y dirigentes propios de la CBF, y otros con acceso frecuente a la cumbre de la entidad. Sostienen que el actual mandatario tiene modos “erráticos” e “inapropiados para el cargo”.

Uno de los ejemplos que cita el medio brasileño es sobre una reunión que se celebró el 10 de marzo entre los mandatarios de las instituciones deportivas. Sostienen que “Caboclo se exaltó, golpeó la mesa y usó una mala palabra para presionar a los clubes”.

Pero lo más grave de las denuncias publicadas en el informe es que hace semanas que un empleado directo de Marco Polo Del Nero no está en funciones tras pedir baja por problemas de salud. Presentó un informe médico y salió por 15 días (solicitud renovada por otros 30 días) de la vida diaria de la confederación para atender una tensión mental provocada por el estrés de la pérdida de madre y abuelo por COVID-19.

A su vez, este empleado, clave también para la organización de distintas competencias de la Confederación, dijo que no regresaría hasta tanto Rogério Caboclo no resolviera sus modos para resolver los problemas. Este mal síntoma se mezcla con la interna política que se desató entre el actual presidente y Del Nero. Más allá de estas rivalidades, los clubes ven que se traslada a la gestión diaria y no ven con buenos ojos que Caboblo siga al frente. ¿Y ahora?