Con un increíble gol en el cierre, Vélez le ganó un partido clave a Liga de Quito y quedó segundo. El elenco de Liniers venció por 3-1 al cuadro ecuatoriano y lo superó en la tabla del Grupo G. Marcaron Thiago Almada (que había desperdiciado un penal), Lucas Janson y Federico Mancuello tras un insólito error del cuadro rival. Matías Zunino descontó para el visitante, que terminó con diez por la expulsión de Gonzalo Piovi.

Los cariocas lideran con 10 puntos mientras que Vélez llegó a 6 como producto de dos victorias consecutivas, rebasando así a los ecuatorianos que se quedaron con 4, mientras que Unión La Calera, de Chile, que viene de empatar con Flamengo, suma dos unidades.

El partido de esta noche parecía a pedir de boca para Vélez, que el próximo fin de semana estará enfrentando a Racing Club por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, ya que apenas transcurridos seis minutos ya dispuso de un tiro penal a favor.

Pero el remate diestro del hasta ahora infalible Tiagho Almada rebotó contra el palo derecho del arquero argentino Adrián Gabbarini y entonces esos buenos presagios se trastocaron inmediatamente, reemplazados por los fantasmas de una noche que podía venir complicada.

Y de hecho se extendió esa mala vibra durante toda la primera etapa, cuando a pesar de intentarlo por todos los medios, tanto jugando por afuera como por adentro, el "Fortín" no podía entrarle a Liga de Quito.

Pero cuando parecía que ese período inicial se extinguiría como había comenzado, los duendes de ese duende futbolístico que es Almada, se unieron para que el pibe de Fuerte Apache recibiera sin marca por el medio del área para definir nuevamente por abajo como en el penal malogrado y contra el mismo palo, pero esta vez del lado de adentro.

De esta manera Vélez se fue al descanso con la merecida, tranquilizadora e imprescindible ventaja por la que había pugnado incansablemente desde el minuto cero de partido.

Y sin resignarse a esa magra ventaja salió el dueño de casa a disputar el segundo período, sin concederle a su rival ni un ápice de terreno como para intentar una recuperación.

Fue entonces cuando Mauricio Pellegrino le empezó a hacer honor a este 13 de mayo en el que se celebra por primera vez el "Día Mundial del Entrenador de Fútbol", fecha dispuesta en homenaje al británico Alex Ferguson, que dirigió por última vez un día como hoy de 2013 a su sempiterno Manchester United.

A los 20 minutos de esa etapa final incluyó a Ricardo Centurión, de creciente rendimiento en los últimos encuentros, por un agotado Almada, y apenas tres minutos después el ex Racing Club y Boca Juniors desparramó a Cristian Cruz por derecha y lanzó un preciso centro para la cabeza del también exxeneize Lucas Janson, que doblegó nuevamente a Gabbarini con un cabezazo al primer palo desde adentro mismo del área chica.

Claro que esa conquista que ya sí podía considerarse tranquilizadora, duró menos de 10 minutos, porque el uruguayo Matías Zunino logró el descuento de zurda, con un remate corto que ingresó entre las piernas del arquero Lucas Hoyos.

Las nubes volvieron entonces a aparecer en el horizonte velezano, hasta que sobre los 40 minutos el ingresado argentino Ezequiel Piovi cometió una violenta falta sobre Janson que obligó al árbitro uruguayo Andrés Matonte a mostrarle la tarjeta roja mientras que simultáneamente Alejandro Mulet pedía el cambio cuando el promisorio volante Luca Orellano se aprestaba a reemplazar a Pablo Galdames.

Entonces, en otro acto seguramente inspirado en la sabiduría de Sir Ferguson, Pellegrino frenó esa variante y ensayó otra, al hacer ingresar por Mulet al experimentado Federico Mancuello para mantener obturada la media cancha.

Pero nuevamente como sucedió con Centurión y apenas ocho minutos después de ingresar, Mancuello recibió un verdadero regalo del zaguero central Franklin Guerra, que pretendió hacer rápidamente una falta a favor dentro de su área grande y no hizo más que obsequiarle el balón al ex-Independiente para que vulnerara por tercera vez a su excompañero en el equipo de Avellaneda, el mencionado Gabbarini, con un zurdazo bajo.

Y así, ya sin tiempo para más y con un Pellegrino que cada vez que tocó algo en el equipo lo convirtió en oro, el "Fortín" saltó al segundo lugar de un grupo muy parejo, en el que le queda visitar nada menos que a Flamengo, lo mismo que deberá hacer, la Liga de Quito, y recibir al colista Unión La Calera, para hacer realidad el sueño de pasar a los octavos de final luego de un mal comienzo de la fase de grupos con dos derrotas consecutivas.