Defensor Sporting superó 2-1 a River Plate tras un doblete de Octavio Rivero, pero lamentablemente todas las luces del partido disputado en el Estadio Luis Franzini se las llevaron los incidentes que se dieron una vez finalizado el cotejo.

El inicio del conflicto se originó cuando Sebastián Guerrero, del equipo ganador, escuchó algo proveniente de Matías Alfonso y se puso en posición de pelea contra él. En ese momento, el paraguayo corrió rápidamente hacia su rival, donde empezaron a darse golpes de puño y patadas.

De pronto, la situación se tornó en una batalla campal durante tres minutos: varios futbolistas se sumaron a las piñas, empujones, peleas grupales. Una vez que se calmó el tole tole en el campo de juego, continuó en la zona de los vestuarios.

Este hecho se da en el marco de una serie de conflictos continuos en el fútbol de Uruguay. Cabe destacar que semanas atrás, el gremio de los árbitros frenaron el torneo luego de que dos asistentes hayan sido agredidos.

Desde los clubes esperan por las posibles (seguras) sanciones por parte de la Comisión de Disciplina de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF)