(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Algo se rompió entre Mauricio Macri y Daniel Angelici este fin de semana. El primer mandatario, el domingo bien temprano, le recomendó al presidente de Boca no hacer ninguna presentación ante el Tribunal de Disicplina y jugar la final en el Monumental, según confiaron fuentes del Gobierno Nacional a Doble Amarilla. Sin embargo, la historia marca que pasado el mediodía el 'Tano' optó por jugar su carta legal y obliar a Conmebol a suspender por segundo día el partido decisivo de la Copa Libertadores.

Pero ¿cómo sucedieron los hechos? Angelici tuvo una larga noche de sábado donde estuvo en contacto varias veces con el bunker presidencial de Chapadmalal. Pero lo importante comenzó a suceder cerca de las 8 de la mañana, según relatan las fuentes a Doble Amarilla. Por la mañana hubo un contacto telefónico entre Mauricio Macri y Alejandro Domínguez. En esa charla el presidente argentino le dijo que planificara la final para esa tarde y que él se encargaba de que Boca no hiciera ningún movimiento judicial para postargar. En es emomento, el paraguayo respiró tranquilo sabiendo que lo peor que le podía pasar era volver a suspender un partido. Eso iba a ser todo una muestra de debilidad política con el mismísimo Gianni Infantino en Buenos Aires, a quien convencieron que se quedara hasta el domingo bajo el argumento de que el partido se jugaba si o sí.  

El mensaje, según pudo reconstruir Doble Amarilla, fue muy claro: "Como siempre decís vos, lo ganamos en la cancha. Ya hicimos bastantes papelones ayer y con el G20 la semana que viene tenemos que dar otra imagen al mundo". Una fuente muy cercana a Macri reflexionó en voz alta ante Doble Amarilla: "En esta oportunidad pensó más como Presidente que como hincha de Boca". 

En principio Angelici recibió el recado y tenía decidido ejecutarlo a pesar de las presiones de sus pares de la Comisión Directiva de Boca, el plantel con Tevez y Gago a la cabeza y el cuerpo técnico de Guillermo Barros Schelotto.

Pero en el Hotel Madero encontró mucha resistencia y la presentación legal comenzó a prepararse 'por las dudas' con el abogado Mariano Clariá al frente y un letrado del riñón macrista (no angelicista) asesorando: Javier Medín, ex integrante del Comité de Regularización de AFA en tiempos de Armando Pérez.

Alejandro Domínguez recibió el pulgar arriba de su amigo Macri y por eso al mediodía pidió aire en la cadena televisiva amiga Fox Sports y anunció: "La final se juega en el horario determinado. Nada cambió".

Sin embargo, apenas media hora después de este anuncio de Domínguez, Boca se presentó en el hotel Alvear Icon con escribano para certificar su pedido de 34 fojas (con anexos) y dejó al Consejo de Conmebol en jaque mientras se abrían las puertas del Monumental.

En ese momento Macri optó por el silencio y observó por televisión el desenlace y el anuncio televisivo de Domínguez, otra vez por su señal amiga Fox Sports.

En tiempo de tomar la palabra, un Angelici con pocas horas de sueño y con los ojos rojos declaró que si bien era partidario de definir los partidos en la cancha, él debía priorizar "la voluntad del club, de sus pares de Comisión Directiva, de los jugadores, de el cuerpo técnico y de la historia de la institución".

A muchos les pareció que fue un mensaje a Domínguez y Rodolfo D'Onofrio por haber quebrado el tan mentado 'pacto secreto', pero el destinatario principal de las palabras del 'Tano' era Mauricio Macri para tratar de explicar por qué había desobedecido su mandato y se había cortado solo en esta decisión.

¿Pero qué hizo cambiar a Angelici? El argumento de presiones de la CD y los jugadores, suena a versión maquillada para un dirigente que está acostumbrado (como todo hombre de poder fuerte) a tomar las decisiones de acuerdo a su visión personal y su ganancia política. Cerca del Tano, cuentan, que la protesta en la Puerta del Hotel Madero y el hashtag #AndateAngelici, que fue tendencia durante varias horas en Twitter, le dieron un cachetazo fuerte de realidad que muchas veces los microclimas del club tapan. La popularidad de Angelici había descendido a niveles jamás vistos en su gestión. No presentar una protesta y perder en cancha de River, podría haber terminado en la defenestración del mandatario boquense por parte de socios e hinchas de Boca. "Si no hago esto me expongo a ser un cadaver político", reflexionó antes de tomar la decisión de contradecir a Macri.

Por la noche hubo una última comunicación entre Macri y Angelici donde le pidió las explicaciones del caso.... las mismas que no fueron satisfactorias para el Presidente de la Nación, quien volvía a Buenos Aires pensando en el G20 que se realizará en Buenos Aires esta semana, pero sin poder digerir el gran papelón mundial vivido por el fútbol.