Como era de esperarse, más allá de los precios, de que sea un partido de verano, que vayan con titulares o con suplentes, el Boca-River es único. Se juegue en Buenos Aires, Mar del Plata, Miami o Japón. Sea donde sea, hay hinchas de los dos más grandes del fútbol argentino que harán lo imposible para conseguir su entrada.

Y para el primer superclásico del año, lo volvieron a demostrar. Apenas cuatro horas tardaron (bastante menos las populares) en agotar todas las localidades para el choque del domingo a las 22.10 en el José Maria Minella. De esta forma, el estadio mundialista contará así con 35.000 personas en el Superclásico.

Luego del partido del domingo, a las 22.10, ambos equipos pondrán la mira en la reanudación de la Superliga. El equipo de Guillermo Barros Schelotto, que reanuda como líder con tres puntos de ventaja sobre San Lorenzo, será local de Colón de Santa Fe el sábado 27. Mientras que el día después, los dirigidos por Marcelo Gallarod, que están a 15 puntos de la cima, visitarán a Huracán en el Ducó.