(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Parece una nóvela sin final. Pero la llegada de Gustavo Gómez a Boca, el defensor que más quiere Guillermo Barros Schelotto, se sigue dilatando, pese a que parecía que estaba al caer.

Entre Milan y Boca no hay drama. Ya hay acuerdo. El Xeneize desembolsará más de €6 millones por su ficha. ¿Qué ocurrió entonces? Al igual que en Argentina en general, el gran tema es el dólar. Es que el defensor paraguayo pretende un "dólar libre" para firmar en Boca, es decir, cobrar según como vaya fluctuando la cotización.

El tema ahí es que Boca tiene establecido un "tope" para la moneda de Estados Unidos. El mismo está alrededor de los $28.50. Ese es el número que rige los actuales contratos del plantel Xeneize y el pedido de Gómez cayó como una bomba en la CD Xenezie, ya que lo consideraron, según pudo averiguar "Doble Amarilla" como "insólito".

Es más, esto de ponerle un tope al dólar no es una práctica que realice Boca exclusivamente. Todos los clubes de fútbol intentan mantener a raya a la moneda verde, gran amenaza para el bienestar económico de los clubes.

¿Cuál es la diferencia? Según pudo confirmar "Doble Amarilla", con fuentes cercanas a la negociación, Boca propone indexar el valor del dólar a una suba del 30% anual (es decir, volver a revisarlo en diciembre) y el jugador pretende una revisión mensual del número. Una locura. 

Ahora, el defensor se fue a Paraguay. Según averiguó "Doble Amarilla", todavía en Boca no dan el pase por caído, y leen el viaje del ex Lanús a su país como una manera de meter "presión". Sin embargo, es tan descabellado el pedido que si el defensor no se mueve de su deseo, posiblemente lo de Gómez y Boca siga siendo un amor no correspondido.