(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Carlos Tevez está en el final de su carrera y eso lo alcanza siendo ídolo de Boca, aunque no tan gravitante como él quisiera, y una personalidad con voz y voto dentro de la sociedad. El "Apache" se hace cargo y habla de política a fondo, aunque sin tomar partido por nadie, pero sí pide a la clase política que hagan algo y sentencia: "hay gente que se está cagando de hambre".

Es sabida la buena relación que mantiene con Mauricio Macri y Daniel Scioli. Ambos son políticos e que integran dos espacios políticos opuestos, pero que confluyen en el mismo punto: Boca. Con el ex candidato a Presidente por el FPV, Carlitos también comparte el futsal, pero a Macri lo conoce más, de sus tiempos de jugador que recién comenzaba a asomar en la Primera. Sin embargo, Tevez analiza, despojado de sus amistades.

En charla con "Clarín" el jugador analizó la realidad social y, desde Fuerte Apache, tiró: "Pienso que hay que darle para adelante. No hay que poner palos en la rueda. Podemos estar un día entero hablando de política y no nos vamos a poner de acuerdo, mientras tanto hay gente que se está cagando de hambre. Ahí nos equivocamos los argentinos. Perdemos tiempo en discutir y no hacemos nada por los chicos que se cagan de hambre".

"Como ídolo no me puedo colgar banderas políticas. Puedo ser amigo de Mauricio (Macri), de Cristina (Kirchner), de Scioli, de cualquiera. Yo no soy de nadie. Me llaman para dar una mano y estoy. Eso es lo que tengo que hacer y no comentar que el país está mal. Si ya sabemos que está mal el país: hagamos algo", se despega Tevez de quienes quieren encasillarlo en un lado de la grieta.

El mismo Tevez afirma: "No me interesa la política" y explica los motivos: "No sé absolutamente nada. En mi casa paterna no se hablaba de política y ahora en la mía, tampoco. Yo veía a mi viejo que se iba a laburar a las 6 de la mañana y volvía a las 7 de la tarde. Trabajaba para tener un plato de comida. Ese es el ejemplo que hay que darle a los chicos. Y educación".

De todas maneras, no duda y cierra: "La realidad está acá; esta es la verdadera calle. En el Fuerte se ve cómo está la gente. La vida me puso en un lugar de ídolo y no puedo estar apartado de la calle. Pero ojo: no vengo acá solamente para mostrarles a mis hijos cómo vivía su papá; vengo porque acá soy feliz,como asados, tengo mi familia, mis amigos. Es mi lugar en el mundo". 

Foto: Diario Clarín.