(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Luego de que se cayeran, o al menos se congelaran las gestiones por Silvio Romero y Lucas Zelarayán, los ofrecimientos de jugadores extranjeros a River se multiplicaron por cantidades industriales. El “Millo”, lejos de pasar la escoba sin contemplar escenarios, ya comenzó a inspeccionar ese talento y activó el filtro. Doble Amarilla repasa los futbolistas que fueron acercados por intermediarios y las chances que tiene cada uno de convertirse en refuerzo del “Millo”.

Una de las prioridades de Marcelo Gallardo es encontrar un sustituto de Ponzio. El ideal, para el entrenador y la dirigencia, ancla en hallar a un futbolista que garantice rendimiento, pero que también ofrezca valor de reventa. En el primer buceo por el mercado no encontraron alguien que contara con ambas características y se ajustara al presupuesto del club, por lo cual la carrera la terminó ganando Damián Musto. Sin embargo, el “expediente dóping” le puso a la negociación un stop que parece definitivo. En esa función, el futbolista extranjero que más seduce en River se llama Kevin Balanta. 

River sigue a Balanta desde agosto del año pasado. En el club y en el cuerpo técnico tienen informes sobre un jugador que está señalado como una de las mayores promesas del fútbol colombiano. Quienes lo conocen lo ven como una versión superadora de Wilmar Barrios, con mejor manejo de pelota e igual capacidad de quite. Con solo 20 años, ya fue convocado por José Pekerman a la selección mayor. 

Doble Amarilla se contactó con las máximas autoridades de Deportivo Cali, quienes desmintieron la existencia de una oferta formal, más allá de haber escuchado “rumores”. La idea del club colombiano es desprenderse de Balanta solamente si la oferta es cercana a los € 5 millones. 

A su vez, dos empresarios argentinos, Luciano Scriminaci y César Leguizamón, recibieron en las últimas horas un poder del agente de Balanta para negociarlo en el fútbol argentino y con un único club: River. En Núñez conocen a Scriminaci porque tuvo parte del pase de Andrés Ríos. Si bien aún no existen gestiones formales, hay demasiado movimiento preliminar como para descartarlo. 

Para el puesto de volante central también fue ofrecido el uruguayo Rodrigo Fernández Cedrés, de Danubio. De acuerdo a lo que pudo averiguar este sitio el nombre fue acercado a Gallardo por su agente y el entrenador lo está evaluando. Y un ex entrenador argentino con muchos lazos con dirigentes de River, y que ya recomendó jugadores que dieron frutos en el pasado reciente, marcó al colombiano Eduard Atuesta. 

Para el puesto de volante creativo, la mayor cantidad de boletos le pertenecen al colombiano Juan Fernando Quintero. El habilidoso colombiano ya estuvo en el radar del DT hace seis meses. Su pase le pertenece al Porto, que no tiene como prioridad volver a cederlo. Quintero pretende jugar en un equipo que le garantice continuidad para poder pelear por un lugar en Rusia 2018. 

Quintero también es del gusto de equipos de la MLS, Turquía, Brasil y del fútbol de su país, pero le seduce la chance de jugar en River y ser dirigido por Gallardo. De acuerdo a lo que pudo averiguar Doble Amarilla, existieron contactos preliminares y no se avanzó por la cotización del jugador: entre u$s 8 y 10 millones. Trasncurridas algunas semanas desde aquella conversación, en el entorno del jugador creen que se abrió la posibilidad de negociarlo a cualquier institución por menos dinero e incluso por el 50% del pase. 

Otro jugador extranjero ofrecido es Rodrigo Bogarín, paraguayo de Guaraní y uno de los goleadores del último campeonato de su país. Por ahora, parece no haber pasado el filtro. También hay nombres de delanteros, pero las prioridades de Gallardo, con el nivel de Santos Borré en los entrenamientos y la gran evolución que demuestra Rodrigo Mora, se centrarían, a priori, en dos mediocampistas.

River cuenta con dos cupos disponibles, ya que Mora y Camilo Mayada cuenta con la ciudadanía argentina. De concretar dos refuerzos extranjeros, uno deberá quedar afuera de los 18 que firman planilla en la Superliga, pero todos podrán figurar en la lista de buena fe de la Copa Libertadores e incluso coincidir en el campo de juego, ya que la CONMEBOL no impone restricciones.