(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Este miércoles minutos pasados de las 19, los capitanes de los equipos de la Primera División del fútbol argentino cumplieron con la reunión que tenían programada. Por el aislamiento social por el coronavirus, el encuentro fue por teleconferencia y contó con la participación del gremio. 

Una vez que todos los capitanes estuvieron conectados comenzó la reunión, que se extendió casi hasta las 22. Los temas que los jugadores querían tocar tenían que ver con diversas problemáticas que tienen los clubes de acuerdo al coronavirus y que inciden en sus relaciones laborales. 

Según pudo saber Doble Amarilla, la reunión fue extensa porque desde el sindicato, en la voz de su secretario general Sergio Marchi, se le dio la palabra a los representantes de todos los clubes. Cada capitán pudo contar como es la situación en su institución. Eso hizo que la reunión tuviera una extensión de casi tres horas. 

Luego de las palabras de gran parte de los presentes, se habló del impacto económico en el fútbol argentino por el coronavirus, de los contratos de los futbolistas y no se debatió ni de descensos ni de otros aspectos deportivos para esta temporada ni las venideras. Los jugadores manifestaron su inquietud por el futuro y dejaron en claro que no aceptan (a pesar de haber tocado el tema en en el cónclave), un tope salarial. En cuanto a esto, se llegó a hablar de un número que ronda entre $ 400 mil y $ 500 mil. Si bien algunos lo plantearon como una solución para asegurar que todos los jugadores reciban dinero, no se está ni cerca de llegar al consenso. La idea de aplicar un tope salarial tiene su origen en el temor a no cobrar, ya que de acuerdo al recuento de los capitanes, los clubes que están atrasados con los pagos son más de la mitad. 

La mayor preocupación de los futbolistas es el aspecto contractual: saben que la situación general de la industria es muy compleja y que todos corren peligro. En cuanto a casos particulares de equipos que acumulan deudas o problemas económicos, se habló de Huracán y de San Lorenzo, que se encuentran en una situación similar en cuanto a los contratiempos para hacer frente al pago de los sueldos. 

Tanto el gremio como los jugadores coinciden en que el regreso a los entrenamientos, primero, y a la competencia, después, no depende ni de los futbolistas ni de los clubes, sino del Gobierno Nacional. Antes del cierre de la reunión hubo acuerdo para volver a reunirse en las próximas semanas.