(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Racing coronó su temporada con el título de Superliga. No hay un secreto del éxito pero como ayer expresó su presidente Víctor Blanco: "Si uno trabaja bien, a la larga se dan los frutos". El proyecto que se inició en 2013 logró seis años de competencias internacionales y ahora dos títulos argentinos en una propuesta de club que va mucho más allá de la pelota.

"Nosotros administramos el club como una sociedad civil pero con las responsabilidades de una empresa. Primero ordenamos las cuentas y luego trabajamos con previsiones. Siempre sin descuidar que tenemos que tener un plantel competitivo para pelear en todas las competencias donde participamos", así sintetizó Víctor Blanco hace unas semanas el proyecto Racing en una charla íntima en el hotel Savoy.

Pero ¿en qué consiste esta reconstrucción institucional de Racing? En primer lugar tiene que ver con una estabilidad y consistencia económica. Como dicen en los pasillos administrativos de la sede social y del Cilindro: "se gasta menos de lo que ingresa al club". En este punto las proyecciones para los ejercicios siempre son en un escenario pesimista que luego puede mejorar y dar mejores réditos pero siempre sobre un piso proyectado.

Esta política económica-financiera además le permitió a la Academia crecer en sus activos y multiplicar por diez los casi 200 millones de pesos en 2013 a los 2.146 con el que cerró el último balance 2018. Esto supone además un crecimiento en el patrimonio del club que en 2013 era de 66 millones de pesos y al cierre del último ejercicio pasó a 1.689 millones de pesos.

Además de multiplicar los ingresos, la gestión hizo especial hincapié en el achicamiento del costo financiero con mejoras notables en las líneas crediticias con los bancos y especial hincapié en lo que dentro del Mundo Racing se denomina administración responsable.

El Predio Tita Mattiusi y la adjudicación de nuevas tierras para el club tanto provinciales como municipales, sumado a las obras sobre el predio de Ezeiza y la planificación de las obras sobre el estadio Presidente Perón -el mítico Cilindro de Avellaneda- forman parte también de una política de crecimiento a nivel institucional.

El crecimiento de los socios fue exponencial: de 44 mil en 2013 a casi 80 mil en la actualidad con una campaña de fidelización para evitar la morosidad en el cobro de la cuota social. Además se sumaron seis nuevos sponsors en los últimos tres años, dos de ellos internacionales como Fiat y Cabify... más un tercero en negociaciones que supondría una inyección en dólares clave para la economía del club de Avellaneda.

A nivel deportivo hay una confianza plena en la gestión de Diego Milito y una apuesta a poder mantener a Racing en el plano internacional con seis años disputando torneos continentales y estos dos títulos logrados a nivel local con el Torneo de 2014 y esta Superliga 2018/19. En Racing sostienen que el siguiente paso es apostar más fuertemente a las juveniles combinando esta política con la adquisición de jóvenes promesas de proyección.

Los logros son imponderables de un deporte como el fútbol pero la construcción de cimientos sólidos y una política tanto a nivel económico-financiero como en la planificación de competencia permiten buscar generar los escenarios propicios. Y eso es lo que hizo Racing en estos últimos años.