La mecha la encendió Ariel Holan, cuando con las pulsaciones a mil, criticó con dureza a los arbitrajes en la zona baja del Malvinas Argentinas, minutos después del 0-1 ante Godoy Cruz Antonio Tomba. Y este lunes por la mañana, la pólvora la volvió a encender el sitio oficial del club.

Al mejor estilo "Infierno Rojo" o "De la Cuna Al Infierno", la web oficial de la entidad de Avellaneda, sacó una nota en la cual ponía el foco en los errores arbitrales que le han costado puntos a los de Holan. 

La nota, muy crítica con la labor de los "pitos" cuando juzgan al Rojo, lejos de ser bien recibida en las redes sociales donde fue vertida, recogió un aluvión de críticas de los propios hinchas de Independiente, que le criticaron el tono simil "medio partidario" y juzgaron como un "mamarracho" el artículo.

Desde el Rojo acusaron recibo y al poco tiempo el tuit había sido borrado y la nota levantada. Ante este evidente recule, "Doble Amarilla" quiso saber qué había motivado la decisión del Rojo. Alguien vinculado al departamento de prensa de Independiente defendió al nota, argumentando que "no era contra nadie en particular", si no "contar cosas que son evidentes y que están pasando".

La fuente también remarcó que si el penal que Patricio Loustau le cobró a Godoy Cruz el pasado sábado es, "También lo son los agarrones a Gigliotti y Fernández en todos los partidos". De todas maneras no reconoció que hubo una "orden" para bajar el contenido, ni tampoco que se hizo para contentar a los enojados hinchas: "A veces hay notas que subimos, están en unas horas y después las desactivamos", esgrimió como endeble defensa. La cuestión es que el club que preside Hugo Moyano quedó en offside, y habrá que ver si en Viamonte molesta más de la cuenta el artículo.

Este era el texto del artículo que publicó ( y luego borró) la web oficial de Independiente

Código penal (en contra)

Si existiera el VAR en el fútbol argentino habría una ilimitada cantidad de penales sancionados, detenciones del partido y búsqueda incesante de la implementación de justicia. 
La falta que Patricio Loustau observó cambió todo el escenario del partido y propios jugadores de Godoy Cruz reconocieron sorprenderse por la decisión del colegiado. No es la primera vez que Independiente sufre estas circunstancias donde supuestas avivadas de los delanteros provocan los errores de los defensores.
Sánchez Miño forcejeó en el área con jugadores rivales en situaciones simples y cotidianas. Se tocan, se tantean, se miden, se producen caídas aparatosas y la situación se torna irrespirable cuando Loustau se agacha y marca la pena máxima.
En cambio, no se reprocha la falta de Campaña a Lautaro Acosta con un Independiente jugado y luego el consabido tanto de Lanús. Con dignidad y dolor, no hubo reproches por la jugada que fue bisagra en el partido.
Pero pocos días antes, el árbitro Cunha vio mano de Moreira cuando fue Sbuttoni el que la tocó y otra vez la injusticia le dio una cachetada a Independiente. Tan culpable se sintió el uruguayo, el árbitro por supuesto, que ni bien invadió un compañero de Luis Rodríguez ordenó su repetición, y a partir de ahí, la figura de Campaña pudo enmendar el error del juez.
En ese partido Cunha dio penal a Independiente por la infracción a Bustos, pero no se animó a cobrar el que le hicieron a Benítez, compensando extrañamente con corner esa jugada de ataque.
No hace mucho tiempo Baliño se tragó el silbato cuando Dubarbier de Estudiantes le hizo una toma de catch a Gigliotti cuando se moría el partido. Ni hablar de la patada de Gastón Díaz a Barco en el clásico que el Rojo ganó por 2-0. Abal no avaló la evidencia y dejó las cosas como estaban. Y en Santa Fe, otra vez con Barco de protagonista y en pleno contragolpe Mauro Pitton de Unión le tiró la carrocería encima pero Echenique lo ignoró plenamente. Para rematarla el árbitro amonestó al juvenil en el segundo tiempo por “simular” luego que el arquero Castro lo derribo en forma grosera. 
Y la historia sería muy larga e incontable pero en el trienio fatídico de nuestras vidas, el muy bien observado para los mundiales, Néstor Pitana, no cobró una mano de Cirigliano en un clásico que finalizó igualado ante River.
Antes o después, a favor o en contra, hay una sola realidad y duele, los fallos arbitrales parecen ensañarse con Independiente. En 2017, salvo contadísimas excepciones, el rigor de una falta mal sancionada o no cobrada, impactó duramente contra Independiente. 
A levantarse, y a rogar que los árbitros se equivoquen menos en el futuro.