(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Los hinchas de River empezaron a llegar desde muy temprano en la mañana desde Abu Dabi y Dubai a Al Ain (distante a unos 120 km de ambas capitales) y el color empezó a verse en las calles de esta tranquila ciudad.

Al rededor de unos 4.000 hinchas completaron la tribuna de una de  las cabeceras y codo del estadio Hazza Bin Zayed esta noche a las 20.30 hora local cuando River debute en semifinales ante el sorprendente equipo local..

Pero antes, se dará el tradicional banderazo que repiten los hinchas de River cada vez que el equipo juega de visitante, no será con la cantidad de riverplatense que se congregaron en el Monumental en la previa de la primera final de Copa Libertadores ante Boca,pero promete tener todo el color. Así mismo describieron los diario locales la euforia de los hinchas de River. Por ejemplo el diario de The National, uno de los principales de los Emiratos, tituló: “Hinchas de River: pocos en número, pero grandes en espíritu”.

El banderazo será a las 15 hora de Al Ain (8 de Buenos Aires) y durará hasta un rato antes del inicio del partido. Fue organizado por los fundadores de la filial australiana. "Con mi hermano Gonzalo, somos fundadores de la filial de Sydney, Australia, donde estuve viviendo. Entonces, decidimos lanzar el banderazo en nombre de esa filial, vamos a ser cinco o seis de la filial en Emiratos'', señaló Pablo Perez, uno de los gestores de la iniciativa.

''Revisé en Google Street para ver dónde se podía hacer el banderazo. Sé que está prohibido en algunos parques, así que pensé que sería buena idea hacerlo a las afueras del estadio, donde hay un playón enorme. Es como juntarse antes de entrar a la cancha, no debería haber inconveniente'', detalló.

Una de los cuestiones que se buscó es que los autoridades locales no vean el banderazo como nada más que una simple demostración de aliento a River y no con una manifestación pública prohibida tal como ocurrió el lunes en Dubai. A los pies del imponente Edificio Burj Kalifa un grupo de hinchas improvisó cánticos y aliento a River. Cuando el número de fanáticos fue creciendo, la policía los obligó a dispersarse.

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