La gestión institucional, los logros deportivos y la altísima imagen positiva de la que gozan tanto Matías Lammens como Marcelo Tinelli (artífices desde la dirigencia de este presente de San Lorenzo) han servido para tapar el descontento de gran parte de la prensa para el trato que reciben cada vez que van a trabajar al Nuevo Gasómetro.

Atentos a las críticas que se multiplicaban desde diversos medios debido a la falta de servicio para la prensa, sumado a la incomodidad reinante en el palco para periodistas del Pedro Bidegain, en San Lorenzo tomaron nota y ensayaron cambios. En principio, despidieron al antiguo responsable de las acreditaciones a los medios, hace aproximadamente un año, mientras San Lorenzo peleaba el campeonato local que luego terminaría perdiendo a manos de Lanús.

En su reemplazo asignaron a Daniela Cardo, una joven allegada al club que en su curriculum contaba con algunas pasantías en medios como el Diario Olé. Como las cuestiones de fondo (incomodidad de los medios que trabajan en el Bajo Flores, quejas por doquier y un profundo malestar en los medios) no mermaban, Lammens y los suyos ensayaron otro cambio significativo. Corrieron a la histórica Marcela Nicolau de la jefatura de prensa y como era muy caro para el club afrontar un juicio por despido de la Jefa de Prensa la asignaron a la coordinación de prensa del Plantel: es que Nicolau cuenta con buena imagen entre los medios grandes y los cronistas que cubren la actualidad sanlorencista. Tras eso, nombraron a cargo de toda la comunicación y la prensa de San Lorenzo a Andrés Gómez Franco, ex Diario Ole, ex comunicación de AFA (donde llegó de la mano de Marcelo Tinelli) y especialista en el mundo cuervo.

Mientras tanto, los problemas continuaron. A los twitts con un tono sarcástico del Osvaldo “el Turco” Wehbe, cuando en tiempos de relator de Cadena 3 (medio en el que trabajó hasta hace poco tiempo) lo mandaron a transmitir a un pupitre, se le sumaron otras historias. Está el caso del relator partidario de Huracán Coco Comas (tuvo que relatar en pupitre, al lado de las separaciones con la platea, con hinchas trepados a dichas separaciones hostigándolo) o de la gente de FM Sur de Quilmes, que en ocasión de un San Lorenzo – Quilmes decidió reflejar en las redes sociales lo que estaban viviendo.

Ahora, este domingo, los colegas de la transmisión “Porque a River lo quiero”, de AM 890 fueron agredidos verbalmente y casi físicamente por un grupo de plateistas de San Lorenzo a través de la separación de delimita los sectores para hinchas locales y para periodistas.

“En 10 años de transmisiones no nos ha tocado vivir nunca una situación como la que vivimos en los pupitres de San Lorenzo. Quisieron pegarnos y hasta intentaron sacarnos los micrófonos tirando de los cables. Fue un momento muy feo y de mucho nerviosismo y miedo. San Lorenzo debe tener gente idónea en cada sector, como pasaba cuando estaba Marcela Nicolau”, afirmaron en la cuenta oficial del medio que encabeza Gonzalo Fornari.

Contactada por Doble Amarilla, la gente del club no puso reparos en el contacto con la prensa. Admitió el inconveniente, aunque puso especial énfasis en aclarar que había sido un solo medio el protagonista del problema, además de repasar diversas acciones que están llevando adelante para ordenar el tema. Buscan dar más espacio y comodidad, al tiempo que recortan las credenciales anuales privilegiando a quienes van a trabajar. Tras años de falta de trabajos en el sector, y problemas en partidos con los clubes antes mencionados, Boca y Vélez que pudieron haber sido más importantes de lo que resultaron en definitiva, de a poco San Lorenzo parece empezar a encauzar el tema de la atención a los periodistas. Que haya sido éste el último episodio repudiable.