(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Los clubes grandes ganaron la batalla más importante del receso del fútbol argentino. Como anticipó esa tarde DOBLE AMARILLA, AFA oficializó ela ampliación del cupo de extranjeros.

El reglamento vigente establecía establece que cada club puede contar con cinco foráneos en su nómina, pero con una restricción: solamente cuatro pueden estar en cancha al mismo tiempo o entre los 18 que firman planilla. Ahora se llegó a un acuerdo con Agremiados para modificar el artículo 31 del Convenio colectivo de Trabajo. Con la modificación, las plazas serán seis en cada plantel, con cinco habilitados para estar en el campo de juego a la vez.

Los clubes grandes no necesitaron ser mayoría para imponer su poder y, tras varias reuniones entre las autoridades de AFA y Agremiados, el debilitado Sergio Marchi cedió en una de sus históricas banderas.

Los clubes “chicos”, estaban divididos ante esta medida.  Algunos creen que la ampliación del cupo desgasta a los proyectos que hacían hincapié en el fortalecimiento de las divisiones inferiores. Consideran que un mayor ingreso de futbolistas extranjeros provocará una reducción del mercado interno y de sus expectativas de venderle su mejor materia prima a los clubes más poderosos desde lo económico. Marchi no cedió a la opción de seis en cancha para no promover a formaciones con mayor componente extranjero a nacional.

Otra resolución importantísima que figura en el paquete de cambios es que desde 2018 los futbolistas extranjeros cedidos a préstamo no ocuparán cupo para los clubes dueños de sus pases (sí contarán para quien los incorpore).

Una de las herramientas de negociación que utilizaron los instituciones “grandes” fue el popularmente conocido como “Caso Serna”, cuando la reglamentación era de cuatro extranjeros por plantel y solo tres en campo y Boca contaba con los colombianos Oscar Córdoba y Jorge Bermúdez y el peruano Nolberto Solano y no podía darle rodaje a “Chicho”, quien recurrió a la Justicia ordinaria y fue habilitado para ejercer su “derecho a trabajar”.

También hubo modificaciones en inferiores: los futbolistas que se incorporen como juveniles necesitarán jugar dos años y medio en ese club (30 meses) antes de dejar de ocupar plaza de extranjero en lugar de la exigencia actual de tres años.