La noticia llegó en la previa del partido, y ganó la escena del atardecer del miércoles: el médico que debía hacerse cargo del control antidoping en el Carminatti, se descompuso. Resultado: no iba a haber control en el partido entre Olimpo y Boca. 
El sistema del control que se implementa en nuestro fútbol está a cargo de un solo médico, que en todos los estadios cuenta con un recinto especial para recibir a los jugadores que deben someterse al control y seguir los pasos protocolares según reza el reglamento. Lo cierto es que ante esta situación, el partido que podía llegar a definir el descenso a la B Nacional y que hubiera definido el título si Banfield derrotaba 24 horas antes a San Lorenzo, no iba a tener control antidoping. 

Sobre el inicio del partido, el médico Jorge Argenti, encargado del control, informó que se iba a hacer presente en el estadio. Entre la información de la suspensión del control, y la confirmación de que el médico se iba a ser presente, la repercusión fue notable y todos los medios hablaron del tema.