(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) En plena campaña electoral, Sebastián Scalera vuelve a embestir contra Pablo Moyano. El funcionario judicial pedirá la elevación a Juicio Oral y Público, de la causa en la que está acusado de ser jefe de una asociación ilícita que defraudó al club Independiente en cifras millonarias. 

Luego que Scalera cumplimente ese trámite, la decisión la tendrá la Jueza Brenda Madrid, quién esta semana otorgó la prisión domiciliaria a Pablo "Bebote" Álvarez, quién involucró al Vice de Independiente, en una declaración y confesión que resultó clave a tal fin.

Por su parte, Pablo consideró que la causa está "inventada" y apuntó a Scalera: "El fiscal le pidió a Bebote Alvarez que me acusara a cambio de su libertad". En el mismo sentido se refirió su abogado, Daniel Llermanos, quién manifestó que se trata de una “causa inventada, armada por los medios, la política y un sector judicial” y remarcó que Pablo no cometió "ningún delito". 

“Desde fecha indeterminada y al menos hasta noviembre de 2017, operaba una asociación ilícita, integrada por una facción de la hinchada del Club Independiente (...) Resultan ser parte de dicha organización criminal directivos, empleados, socios y algunos simpatizantes del Club. Entre sus integrantes se identificaron Pablo Moyano (alias el Salvaje), Pablo “Bebote” Álvarez, como jefes y en rol de organizadores, Roberto Petrov, Héctor Maldonado, Damián Lagaronne, entre otros”, señala la acusación formal contra el hijo del actual Presidente de Independiente. 

En diálogo con "Futurock", Moyano aseveró: "Todo lo de Independiente es una causa inventada por habernos opuesto a la reforma laboral. La causa en mi contra está un poquito orquestada por el gobierno nacional, hubo presiones de (Elisa) Carrió, (Patricia) Bullrich y (Florencia) Arietto", denunció y agregó: "Tenemos que hablar la reforma laboral del gobierno, la previsional, no el Tigre Veron, la Tigresa Acuña o Bebote Alvarez".

La supuesta asociación ilícita a la que pertenecería, según la declaración de Bebote, se dedicaba a realizar maniobras defraudatorias en detrimento de las arcas del club, como la gestión, obtención, impresión oculta y reventa de entradas y protocolos sin ingresar al patrimonio de la sede deportiva los ingresos correspondientes a dichas entradas. Así como también otros delitos como "extorsionar, coaccionar, amenazar o intimidar, mediante el uso de violencia física y verbal o con armas de fuego, a las autoridades de organismos estatales y privados encargados de los eventos deportivos, como también a directores técnicos, integrantes del cuerpo técnico y jugadores”.

Basándose en estas cuestiones, Scalera solicitará la elevación de la causa a Juicio Oral y Público. La semana pasada ya lo hizo respecto a trece acusados de la primera parte de la causa, entre ellos Bebote Álvarez, Yoyo Maldonado, Damián Lagaronne y Roberto Petrov.

La Justicia determinó que el grado de responsabilidad del hijo de Hugo Moyano es relevante. Fue Bebote Álvarez quien lo implicó directamente, al remarcar que todas las órdenes sobre el manejo de la barra brava provenían de Pablo Moyano. "El me daba las órdenes, el dinero, las entradas, todo”, declaró. Otro barra, Lagaronne, también se refirió, según indica "Clarín", a esas entregas de dinero que se realizaban en el sindicato de Camioneros con Moyano presente, destinado “al financiamiento de la hinchada”.

Las confesiones de quienes buscaron ser arrepentidos en el expediente coinciden al señalar que los Moyano (Hugo y Pablo) “manejaban todo, decidían todo” y esto incluía “las maniobras defraudatorias”, remarcó Bebote ante la fiscalía.

En su confesión, "Bebote" Álvarez en su confesión había señalado que existía un pacto con el hijo de Hugo Moyano: “Era 400.000 pesos por campeonato, 30.000 por partido del torneo local y 30.000 por partido de Conmebol”, destacó. Al respecto, Moyano se defendió: "No vendo choripanes, no recaudo los trapitos, no revendo entradas. Esto es un ataque político, judicial, mediático para tapar el fracaso económico de este Gobierno".

Fuente: Clarín - La Nación