(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Alejandro Talevi es famoso. No es empresario, ni político, ni del Mundo del Fútbol. Pero tiene vínculos con todos esos actores, y mucho más. Talevi es (¿era?) financista, tenía muchos clientes en la política (en especial del lado de la UCR) y de otros palos. Tomaba dólares y pagaba intereses, para luego devolver los billetes verdes. Hasta ahí, todo dentro del marco de un negocio de oferta-demanda. El tema es que con la última fuerte devaluación, Talevi ya no tuvo como hacerse cargo de las deudas que generó y decidió tomarse un avión a España. Fue en medio del último paro general, del pasado 25 de septiembre. 

Según cuenta "Infobae", Talevi era propietario de "Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo Madercoop Ltda.", ubicada en el segundo piso de Reconquista 672. Esa era su financiera y según cuenta "Infobae", trabajaba con mucha seguridad, ya que Talevi contrataba personal de Gendarmería para custodiar el ingreso y hasta tenía alquilada la oficina contigua para "reducir el nivel de riesgo". También, entre sus trabajos, estaba según los trascendidos el "blanqueo" de plata negra, en especial desde la política.

El financista tenía decenas de pequeños clientes que le entregaban sus dólares a cambio de una comisión. "Te pagaba un interés de 3% mensual en pesos y cuando querías te retirabas con los dólares en la mano", relata en declaraciones a "Infobae" uno de sus clientes.

Pero no todos los clientes son pacientes. Menos cuando son violentos o vienen de un sector dónde la violencia es la respuesta a casi todo. Dicen que Talevi tomó la decisión de irse, en realidad, no sólo empujado por el subidón del dólar, si no por las amenazas de muerte que le hacía a él y a su esposa la barra de Boca. Es que Talevi le adeudaba una pequeña fortuna a un barra Xeneize, unos u$s 600 mil.

También le pegó la devaluación: Talevi debió hacer frente a la demanda de muchos clientes, que querían de nuevo sus dólares. Para hacerle frente a esos pedidos, el financista comenzó a desprenderse de bienes personales: vendió autos, barcos y hasta cuadros. Pero no le alcanzó.

Poco tiempo después, empezaron los amenazas y extorsiones del hombre de "La 12". "A partir de ese momento comenzaron a amenazarlo, también a sus hijos y a su pareja, (Vivian Steimberg). A ella le dejaban carteles en el auto", cuenta una de las pocas personas que conoce los detalles de las amenazas.

Actualmente, Talevi estaría o bien en Madrid, dónde se fue en primera instancia o Berlín. "Desde ese día perdió todo tipo de contacto, por mail, teléfono o redes sociales. Nadie puede creer lo que hizo", contó un amigo, azorado por su partida.

Talevi se fue, dejó tras de sí un tendal de deudas y clientes estafados, pero no al peso pesado de la barra de Boca. Con él, continuó negociando a distancia: Cuando llegaron a un acuerdo, la pareja del financista fue la encargada de entregar, en Buenos Aires, una bolsa con decenas de cheques que quedaron "colgados" en la financiera.