(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Quizás las palabras de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, puedan torcer la historia. Pero lo cierto es que cumplió lo que desde la “Copa Argentina”  temían. El clásico rosario no se jugará con el espíritu de la competencia: es decir, con ambas hinchadas. 

La indecisión presente, el hecho que las dirigencias de Newell’s y Rosario Central no se ponen de acuerdo y que se pasan el partido como si fuese una pelota entre Rosario, Santa Fe y demás provincias, ya desalentaba la chance que se juegue con las dos hinchadas.

Según pudo averiguar “Doble Amarilla”, el próximo lunes se hará oficial una decisión que marcará un antes y despues en la historia de la Copa: el derby rosarino se jugará en Buenos Aires y sin público. La cancha elegida es la de Lanús. 

Desde la organización son pesimistas para poder jugar el partido con ambas hinchadas: Va camino a jugarse a puertas cerradas”, afirmaron. Otro actor importante en la mesa de negociación fue más directo: “Las dirigencias no sumaron para garantizar la seguridad”.