(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Independiente ganó. Fue su segunda victoria en los últimos diez juegos de la Superliga y la segunda en cadena, teniendo en cuenta el 4-0 a Atlas por Copa Argentina, pero los ánimos no son los mejores. El elenco de Ariel Holan sigue lejos de la Copa Libertadores, su gran objetivo y el juego tampoco abunda. 

El clima en Avellaneda estaba caliente. El Rojo ganaba apenas 1-0, Aldosivi iba y le daba sustos a Campaña y todo lo que el elenco local generaba no lo podía convertir, quizás por eso, al llegar el 2-0 que liquidó el partido, Holan se descargó.

Ni lo festejó, se dio vuelta, se agarró la zona genital y espetó, sin mayores pruritos "Chupame la cho..", dirigido a la platea Roja. "Chupame bien la p... hijo de p...", completó el rosario de insultos, mientras sus colaboradores lo sujetaban un poco para celebrar el gol y otro poco para contenerlo. Tarde difícil para el Rojo y para Holan, que ahora deben ir al Monumental, el lugar dónde empezó a romperse el encanto. 

Luego del triunfo, el DT además reflexionó: "Acá hay una característica que tenemos los argentinos y es la hipocresía, tanto en el fútbol como en la educación, en el trabajo o en la economía. Se habla de proyectos que después no se cumplen. Hay clubes que cambian continuamente de entrenadores generando mayores inconvenientes económicos, como ocurría anteriormente con Independiente, y de hecho el presidente Hugo Moyano sigue haciéndose cargo de deudas contraídas hace 10 años"

Sobre los silbidos del estadio Libertadores de América hacia el propio DT y el mediocampista chileno, el entrenador sostuvo: "Cuando Francisco Silva reemplazó a Pablo Pérez y lo silbaron me dio pena, porque desde que llegó al club tuvo varias lesiones que le impidieron entrar en el ritmo del equipo, pero tiene grandes recursos técnicos".