(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Germán Delfino viene en picada desde hace largo tramo. Partido a partido, su rendimiento como árbitro es peor. En el partido que disputaron Racing y Boca en Avellaneda, se lo vio sacado teniendo un encontronazo con Guillermo Barros Schelotto, sobreactuando frente a las cámaras y hasta amenazando a Cristian Pavón con no salir a disputar el segundo tiempo, algo que finalmente no ocurrió. Lo mismo ocurrió con Eduardo Coudet, con quien también tuvo un encontronazo. Para cerrar su lamentable noche, empujó a Ricardo Centurión hacia adentro de la cancha cuando el hombre racinguista peleaba con Nahitán Nández.

No hay que ir muy lejos para ver más malas actuaciones de Delfino como árbitro. Hay que remontarse a poco más de 24 horas, al partido que enfrentó a Gimnasia y Godoy Cruz en La Plata. En dicho partido, expulsó a Lorenzo Faravelli de manera inentendible tras una maniobra en la que interpretó que había tocado a un jugador del Tomba. No hubo contacto y el jugador vio la tarjeta colorada de todas formas. ¿Consecuencias? Gimnasia pedirá que Superliga actúe de oficio y le saque la roja al futbolista.

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Y hay más: entre otras polémicas, a mediados del mes pasado, a su vez, Delfino no había visto cómo la pelota había salido por la línea del fondo en el partido que disputaban River y San Martín de San Juan. De esa acción, llegó un gol de Rodrigo Mora tras habilitación de Lucas Pratto.

Y sus fallos dentro de la cancha no son lo más grave: hace unos meses, como había informado Doble Amarilla, Delfino lideró una iniciativa junto a otros árbitros para arreglar un sponsoreo con McDonalds. La empresa de comidas rápidas arregló con un juez incorporar en el momento del sorteo una referencia a sus 50 años sin autorización de la entidad que rige la explotación comercial de la primera división.

Por la "avivada" de McDonald´s, Superliga envió una carta documento a la empresa y habló con el árbitro, artífice del acuerdo con la empresa de hamburguesas de orígen estadounidense por cuatro partidos de Primera División. A cambio, llegó a cobrar un monto de una suma que se repartió con el resto de los árbitros. 

Eso generó, inclusive, que McDonalds argumentara que fue una empresa de publicidad que tenía tercerizada la que llevó a cabo el arreglo. Tras la polémica, terminó cortando lazo con dicha compañía. Mes y medio después del ''Mc-currito', Delfino sigue en el ojo de la tormenta...