(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Quizás serán las elecciones más aburridas de las últimas décadas las que el 3 de diciembre se den en Núñez. Ese día River va a las urnas pero parece prácticamente imposible que Rodolfo D’Onofrio no sea reelecto. Es por eso que las incógnitas pasan por saber cuánto puede sacar la oposición y quién será los próximos 4 años el referente de ese espacio por el que hoy pugnan Carlos Trillo, Antonio Caselli y Leonardo Barujel. El otro interrogante tiene que ver con la lista del oficialismo y ya hoy se puede responder.

Según pudo confirmar DOBLE AMARILLA, hubo acuerdo en las negociaciones en el sector gobernante y en las próximas horas se dará a conocer el trinomio que irá por un nuevo período. Los nombres son los mismos que hace un mes anticipó en exclusiva este portal. Rodolfo D’Onofrio será el candidato a presidente acompañado por Jorge Brito como su vicepresidente Primero. El cargo de vicepresidente segundo ya no irá para Matías Patanian, quien prefiere no presentarse a estos comicios para poder ser candidato a presidente en las próximas elecciones. Si se presentara, el CEO de Aeropuertos cumpliría su tercer mandato seguido en Comisión Directiva, lo que lo invalidaría poder participar de los comicios dentro de 4 años. Es por eso que el candidato a la vicepresidencia segunda será nada menos que Guillermo Cascio. El ex presidente de IBM y Gerente General del Banco Ciudad es hoy Secretario del club y hombre muy cercano a D'Onofrio.

Otro que pega un fuerte salto es Ignacio Villaroel, quien hoy es vocal titular y se desempeña como presidente de la Fundación River. Abogado, socio del estudio Lopez Saavedra & Villarroel, es además presidente del Departamento de Asuntos legales del club. Ahora Villaroel pasaría a ocupar un cargo clave: Secretario de la institución. Hombre muy cercano a Jorge Brito marca el equilibrio entre presidente y vice.

En el resto de las lista habría al menos tres bajas más respecto a la actual comisión, más allá de la de Patanian. Un hombre que no seguirá es Andrés Ballota. El hoy Administrador Gubernamental de Ingresos Públicos del GCBA es nada menos que el tesorero del club. Argumentará razones personales y laborales, pero es sabido internamente que la convivencia con el presidente llevó a un desgaste en la relación. En River, dicen que ni “el mensaje armonioso” lanzado por D’Onofrio en la gala de la Fundación River logró que Balotta revea su posición de no continuar.

Negociaciones

Más allá del reparto de cargos y el armado de la lista, hubo más cosas en juego en las charlas entre D’Onofrio – Brito. El vicepresidente, lo que pretende, es tener bajo su control de todas las áreas del club. Por una cuestión organizativa, River divide al club en sectores, y cada fracción tiene una gerencia a cargo, que a su vez depende de una gerencia general, por ahora ocupada por Gustavo Silikovich. Brito, ya mostró su disconformidad con el desempeño de varios gerentes y ese es el génesis de su idea: tener bajo su ala a la mayor cantidad de sectores importantes para tener el control directo sobre los gerentes. “No quiere remover a los gerentes ni poner gente de su riñón, sino que lo que quiere es aportar una nueva impronta con renovadas metodologías para aplicar en el trabajo”, afirman desde su sector más afín. 

Fuentes cercanas al ejecutivo bancario destacan que para Brito la principal falla que tiene River en estos tiempos está en el Management. El ejemplo bandera para graficar el concepto del vice es la oficina de ticketing, que le trae constantes dolores de cabeza a la dirigencia. En cada partido clave de Copa, son reiteradas las quejas de los socios para con la dirigencia sobre las dificultades que se presentan en el sistema de venta y en las formas de entrega de las entradas. "Este es un sistema que River solucionó al principio de la gestión y que en el último año se dio claramente un paso atrás", remarca un dirigente de experiencia. Este tema pone bastante nervioso también al propio D’Onofrio quien sabe que el eje de la oposición tiene justamente que ver con la atención al socio. Según fuentes dirigenciales, en esas charlas entre presidente y vice se habría llegado a un acuerdo y poder subsanar los puntos flacos de la gestión.

Así el oficialismo se encamina a una campaña más que discreta. “No vamos a hacer mucho. Anunciaremos la lista y los últimos días pediremos al socio a que se acerque a votar y que River viva una nueva elección como una fiesta”, revelan hombres cercanos al presidente. Desde la oposición saben que el desafío es casi imposible y que pelean por el premio consuelo.