(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Cristian Malaspina está en Venezuela, más precisamente en Mérida, con Argentinos Juniors. Si bien las imágenes que llegan a la Argentina de lo que ocurre en Caracas son preocupantes, el titular de Argentinos, en diálogo con "Doble Amarilla" y llevó tranquilidad. Mérida está ubicada a 800 kilómetros de Caracas y allí la protesta parece más un "cacerolazo" que una revuelta armada. Sin embargo, CONMEBOL resolvió suspender el partido.

El club está en contacto permanente con CONMEBOL y con AFA y con los militares, quienes tienen a su cargo la custodia del plantel. La situación en Venezuela es crítica y, ante la chance que se pueda agravar en las próximas horas, CONMEBOL resolvió suspender el juego. 

En tanto, alrededor de las 21 el plantel emprenderá el vuelo desde Venezuela y llegará al país en horas de la madrugada.

Cristian Malaspina on Twitter

DA: ¿Cómo están ustedes, ante esta situación que se vive en Venezuela?
CM: Estábamos con mucho entusiasmo por el partido. Para nosotros jugar esta Copa es muy importante. Estábamos ocupados para garantizar el cronograma de entrenamientos que teníamos estipulado. Quiero aprovechar para llevar tranquilidad porque estamos bien.

DA: Ante esta situación, ¿están en contacto con CONMEBOL? ¿Hay alguna chance de suspender el partido?
CM: Estamos en contacto con Fred Nantes, que es el Director de Competiciones de CONMEBOL y con Chiqui Tapia. Nos pusieron todo a disposición para garantizarnos la Seguridad, ahora estamos preparando la vuelta.

DA: ¿Cómo es la situación en concreto, allá en Mérida?
CM: Acá está todo muy tranquilo. Acá la protesta se parece más a un Cacerolazo que a otra cosa. Sé que a Buenos Aires llegan imágenes fuertes de Caracas. Quiero llevar tranquilidad a nuestras familias.

DA: ¿Cómo se enteraron de lo que pasaba?
CM: Hoy me despertó a la mañana el Secretario con la noticia, ayer llegamos lo más bien al Aeropuerto. No pasaba nada. Vinimos con muchos días para poder entrenar bien y llegar muy bien al partido, pero bueno, esto no lo podía prever nadie.