(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Golpe de efecto. Por ahí pasa la clave para el perderdor del clásico rosarino por los cuartos de final de la Copa Argentina. En ninguna otra ciudad del país, el clásico local se vive con esta intensidad. Por eso, en Rosario saben que el que caiga en el duelo de toda la vida, tendrá unas cuántos docenas de platos rotos para pagar. 

Los primeros que saben eso son los dirigentes de Newell's y Central, que ya están ideando que harán en caso de verle la cara a la derrota. Ambos tienen pensados movimientos fuertes, como para conseguir golpes de efecto que mitiguen el dolor de la derrota, con ambos equipos alejados de los puestos de vanguardia en la Superliga.

Según averiguó "Doble Amarilla", del lado de Newell's, lo primero que pasará si pierde ante Central será la salida de Omar de Felippe. El DT ya lo sabe -incluso lo dijo tras caer con Estudiantes- y no pondrá reparos. Pero eso no será lo único. Según pudo averiguar "Doble Amarilla" la "lepra" tiene un as bajo la manga: anunciar el regreso de Maxi Rodríguez. La "Fiera", que está en Peñarol volverá a Newell's para retirarse y jugará el último año o a lo sumo dos de su carrera. 

Un dato más: Newell's vivirá el próximo 3 de noviembre, apenas 48 horas después del duelo ante Central, una gran fiesta por sus 115 años de vida, que incluirá la inauguración de un Hotel en el complejo de Bella Vista, donación de Marcelo Bielsa. El hotel "Jorge Griffa" comenzó a construirse en 2014 y ya está listo para su inauguración. 

En caso que la derrota sea para Central, es posible que también se lleve puesto a Edgardo Bauza, cuyos números con Newell's no son los mejores. Además, la flamante dirigencia "Canalla" sabe que en diciembre deberá mitigar el impacto de la salida de Marco Ruben. Es por eso que ya tiene abrochadas tres contrataciones y, en caso de caer ante Newell's, hará saber la primera de ellas: se trata del regreso de Teo Gutiérrez.

Así las cosas, Newell's y Central ya tienen armado el plan de contingencia en caso de que les toque perder el clásico del próximo 1 de noviembre. Una muestra clara de todo lo que se juega en el duelo rosarino, que se jugará en Sarandí y a puertas cerradas.