(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Fracasó la expedición de José Vignatti en Alemania. El presidente de Colón no pudo llegar a ningún tipo de acuerdo con Bayer Leverkusen y, pese a que quedaron en volver a conversar, por estricta actualidad todos los caminos conducen a que la novela sobre el pase de Lucas Alario se resuelva en los escenarios de la FIFA y del Tribunal de Arbitraje Deportivo. 

Los dirigentes del club alemán recibieron a Vignatti conociendo cada detalle de las maniobras previas del titular “Sabalero”. Sabían del adelanto de “Doble Amarilla” sobre el documento presentado ante la jueza Ana Rosa Álvarez y la respuesta de la magistrada, considerándolo apenas una “promesa” con obligaciones solo de Colón hacia Leverkusen, lo que ponía al club de Santa Fe en una situación de debilidad ante reclamos futuros. Sabían que la intención era no pagar más de € 2 millones sobre los € 3.190.000 que  figuran en aquella presentación y, en todo caso, incluir el pase del juvenil Tomás Sandoval. Sabían que Vignatti pasaría por Suiza para conocer el poder de sus cartas luego de reunirse con representantes del Departamento de Legales de la FIFA. Sabían y saben que, a pesar de que la posición de Colón no es una derrota segura, la de Leverkusen es mucho más fuerte. 

Vignatti , que viajó junto a Pedro Aldave, el representante de Alario, intentó, incluso, plantear el escenario para no girar un centavo hacia Alemania. La respuesta del Leverkusen fue contundente: nada de descuento, nada de jugadores. Se paga todo y, en el mejor de los casos, se discuten los plazos. Vignatti quedó descolocado. Se creía con el suficiente aval como para al menos obtener esa quita a través de las características del documento presentado ante la jueza o ejerciendo seducción al ofrecer a un juvenil con mucha proyección.  

Luego de las charlas, los dirigentes de Leverkusen invitaron a Vignatti y Aldave a observar el encuentro entre Leverkusen y Bayern Múnich en un gesto de cordialidad. El presidente de Colón regresará al país en las próximas horas y deberá elaborar una nueva propuesta que satisfaga a los alemanes. De  lo contrario, Leverkusen llevará al “Sabalero” a la FIFA.