(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Real Madrid y Barcelona, dos de los clubes más grandes del mundo, tiene muy poco de celeste y blanco. Sólo Lionel Messi juega en el elenco 'Blaugrana', en tanto que el 'Merengue' no tiene ningún jugador argentino. Y no es algo nuevo: hace 10 años que ningún jugador nacido en este suelo lograr convertirse en refuerzo de alguno de los dos. 

Los últimos en conseguirlo fueron Ángel Di María, que pasó del Benfica a la 'Casa Blanca' y Javier Mascherano, que abandonó Liverpool para vestirse de refuerzo culé. Después, nada. Rumores hubo muchos: Mauro Icardi, Paulo Dybala, Gio Lo Celso y, el más cercano, Exequiel Palacios, que estuvo ahí de pasar de River al Real Madrid a fines de 2018, justo en la antesala del Mundial de Clubes de Dubai. 

Este relevamiento es del período 2009-2019, si se toma en cuenta el período 1999-2009, la cosa cambia muchísimo. Según un informe de "Ámbito Financiero", al Madrid llegaron nueve compatriotas: Di María, Ezequiel Garay, Gabriel Heinze, Javier Saviola, Higuaín, Fernando Gago, Walter Samuel, Esteban Cambiasso y Santiago Solari. En tanto que a Cataluña también llegaron otros nueve: Javier Mascherano, Gabriel Milito, Maxi López, Juan Pablo Sorín, Juan Román Riquelme, Roberto Bonano, Saviola, Mauro Icardi y Messi.

¿Por qué sucede esto? Habrá varios factores. En especial, que los futbolistas argentinos que juegan en la Superliga ya no tienen sólo Europa como próxima parada. Se abrieron con fuerza los mercados de México, Estados Unidos, Rusia, y hasta Asia. Y, además, los clubes europeos, negocian por millones y millones de euros entre sí, por jugadores comunitarios y ya probados en Europa. 

Hay otra cuestión clara, y es que, sacando a Messi, Agüero y algún ejemplo más, hoy por hoy no hay jugadores argentinos que formen del Top 10 Mundial y eso hace que sean menos atractivos para estos dos equipos que sí están en ese escalafón. No deja de ser un hecho curioso, de todas maneras, y tal vez un pequeño baño de realidad.