(De la redacción de DOBLE AMARILLA) La Superliga tiene la potestad de velar por los derechos económicos de los clubes que la componen. En este sentido, los abogados de esta entidad iniciarán una demanda judicial y abrirán un sumario por la utilización de una moneda por los 50 años de Mc Donald's en el sorteo de cuatro partidos de la segunda fecha del torneo de primera división.

Sin autorización de la entidad y sin ningún pedido por parte de los árbitros o las empresas dueñas de los derechos de televisión, las autoridades de la Superliga empezaron a tratar de entender el orígen de esta publicidad abierta previa a cuatro partidos de su segunda jornada.

Según pudo saber Doble Amarilla, el primero en ser consultado fue Federico Beligoy, máximo referente del arbitraje argentino desde esta temporada, y su respuesta fue contundente: "No tengo nada que ver con este tema ni estaba al tanto... voy a avergiuar qué pasó".

Luego se le preguntó a las empresas dueñas de los derechos, Fox Sports y Turner, si tenían algo que ver con esta acción y la respuesta también fue negativa.

Fuera de juego para Arcos Dorados. La moneda de la discordia con los 50 años de la empresa.
Fuera de juego para Arcos Dorados. La moneda de la discordia con los 50 años de la empresa.

Entonces apareció una respuesta que parece increíble pero que precipitó las acciones legales: los árbitros apuntaron a que Germán Delfino arregló un acuerdo con la empresa de hamburguesas de orígen estadounidense por cuatro partidos de primera división en un monto a repartir para todos los árbitros de primera.

Según pudo saber Doble Amarilla, los asesores legales de la Superliga ya trabajan en las demandas correspondientes y en la intimación a los involucrados, incluso a la empresa de los "Arcos Dorados" para saber si fue negligencia de saber con quién negociar o una "avivada criolla" que puede salirle muy caro. Dentro de la empresa conducida por Gabriel Serber, las miradas apuntan a Gabriel di Gregorio, gerente de marketing de Arcos Dorados, quien no podría argumentar desconocer los canales de negociación oficiales para entrar al fútbol por la ventana. La bronca de los clubes hacia la multinacional tiene que ver con que obviamente al no veder ese espacio la Superliga, no entra a las arcas de las instituciones sino que queda en manos de unos pocos vivos.