(De la redacción de DOBLE AMARILLA) “Mauricio Macri, la puta que te parió”, empezó a corear el corazón de la hinchada de San Lorenzo a los 44 minutos del segundo tiempo. Efecto multiplicador, las plateas empezaron a acoplarse al cántico contra el presidente de Nación, el primero que se escucha en un estadio de fútbol en medio de la polémica por los presuntos favoritismos hacia Boca.

River disparó la polémica al decir Marcelo Gallardo que “deben estar con la guardia alta” debido a que diferentes actores de poder en el fútbol están identificado con Boca. Esas palabras son ni más ni menos que las que suele decir en privado Rodolfo D’Onofrio. A quiénes se refieren? A Mauricio Macri, Daniel Angelici, Claudio Tapia y, aunque en menor medida, a Mariano Elizondo. En Núñez están convencidos que hay una decisión de ir contra los millonarios por cuestiones futbolísticas y políticas. “En casa Rosada le temen a Rodolfo”, aseguran sus allegados una y otra vez.

En San Lorenzo hay una mirada similar y casualmente es el club que más cercano política tiene con River. Lammens, quien no termina de aceptar su deficiente administración en el club sin los recursos que generaba Tinelli, cree que también pueden querer perjudicarlo. Por decisión personal hoy San Lorenzo casi no participa en los espacios de decisión. En AFA no tiene lugar en la Comité Ejecutivo y en Superliga, si bien Lammens es uno de los vicepresidentes, jamas fue a una reunión y sus enviados pasan un rato a las reuniones generales pero no aportan nada de nada.

Es por eso que ayer no sorprendieron los cánticos contra Mauricio Macri, aunque si cabe una pregunta: ¿fueron espontáneos o armados? Algunas voces en San Lorenzo, comentan que hubo un pedido específico para que desde la Buteller embistan contra el presidente de la Nación. La relación de Lammens con la barra es  demasiado cordial, sino sólo cabe recordar que la dirigencia habilitó que un ex miembro de la hinchada alquilara el estadio para festejar su casamiento. En San Lorenzo ya hay experiencia sobre "pedidos". En uno de los reiterados alejamientos de Marcelo Tinelli del club, aparecieron banderas contra el vicepresidente y se apuntó al propio Matías Lammens de haber mandado a colocarlas.

En Casa Rosada, también se habló del tema. El monitoreo sobre la figura de Macri es constante y llamaron la atención los cánticos. En el Gobierno creen que Lammens esconde otras intenciones políticas y lo critican porque coquetea con todos. "El amigo de Frigerio es así. Llama y luego pega por la espalda", resume un hombre de contacto constante con el presidente de la Nación.  

Es sabido también que al presidente de San Lorenzo le encanta operar exageradamente con parte de la prensa. Muchas veces le sirve para tapar errores de gestión y otra para disparar hacia el costado. Es por eso que también se vio en los últimos días a periodistas “afines" a Lammens apuntarle a Claudio Tapia y sumándose a la “teoría del complot” que nace en Núñez. Hoy lunes, tras el polémico arbitraje de Trucco (con errores para ambos lados) terminó blanqueando sus mensajes previos. “Hay situaciones y arbitrajes que despiertan sospechas”, lanzó en TyC Sports ya sin medias tintas. Justamente si hay alguien que sabe muchos de las relaciones espurias que suelen tener los clubes con los árbitros es el presidente que le dio a San Lorenzo su primer campeonato continental y por eso sospecha.