(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Luego de abandonar el estadio Monumental ayer por la tarde con el ceño fruncido, el presidente de la FIFA Gianni Infantino regresó a su hotel y rápidamente decidió quedarse 24 horas más en Argentina para asistir esta tarde a la definición de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors.

Tras una larga noche, de las más difíciles desde su desembarco en la entidad madre del fútbol mundial, y de jugar fuerte para que no se suspendiera el partido y hubiera dos postergaciones, Infantino espera hoy la definición del último pasaporte para el Munidal de Clubes.

Según pudo constatar DOBLE AMARILLA, la mayoría de los invitados Conmebol se quedaron en Buenos Aires y esperaaban asistir esta tarde a la definición de la 58ª edición de la Copa Libetadores. Los menos, por compromisos personales, debieron dejar la capital de Argentina anoche o bien temprano este domingo. 

Sin embargo, nuevamente la postergación dejó a Infantino con las ganas de ver la Superfinal. Las idas y vueltas lo dejaron envuelto en el medio del lodo político sudamericano. Hoy cabe una pregunta, ¿será la misma la relación entre Infantino y Domínguez tras este mamarracho? "Infantino apostó a quedarse para bancar a Domínguez. Esto es un golpe", admiten desde Conmebol.

Está previsto que el presidente de la FIFA regrese el jueves, ya que brindará una exposición corta en el marco del G20 que se desarrollará en Buenos Aires el próximo viernes 30 y sábado 1 de diciembre. 

Luego, Infantino encará una parte álgida de su viaje. Irá a Montevideo, con el objetivo de estar presente en la final del Mundial Femenino Sub 17 que se desarrolla en Uruguay.

De todas maneras, su llegada traerá una inevitable tensión: es que si no hay acuerdo para que la AUF presente un nuevo estatuto pronto, podría ser el propio Infantino el que deba desafiliar a esa Asociacón muy pronto.