(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Gianni Infantino, presidente de la FIFA, desminitió que pidiese "en ningún momento" que se disputase la final de la Copa Libertadores, tras el ataque sufrido por el autobús de Boca, o que amenazase "a nadie con medidas disciplinarias" si no se llevaba a cabo, como estaba previsto, el sábado en el Monumental.

"Me entristecen los acontecimientos de ayer que llevaron al aplazamiento de la final de la Copa Libertadores de la CONMEBOL. La violencia no tiene cabida en el fútbol y la seguridad y el bienestar de los jugadores, espectadores y oficiales siempre deben ser la primera prioridad", indicó Infantino en diálogo con La Nación.

El presidente de la FIFA destacó que apoya "la última decisión de posponer el juego" y confía "plenamente en la CONMEBOL, tanto los clubes como las autoridades locales para tomar las decisiones correctas en el futuro".

"Sin embargo, debido a los desafortunados rumores falsos que se están difundiendo, me gustaría aclarar que no pedí en ningún momento que se jugara el partido, ni que amenazase a nadie con medidas disciplinarias si el juego no se llevaba a cabo, simplemente porque cualquier decisión relacionada con este partido es responsabilidad exclusiva de CONMEBOL y no de FIFA", aclara.

Según contó Rodolfo D'Onofrio, ante la postura de Daniel Angelici de no jugar por lo que había sucedido con los futbolistas de Boca, bajó un mensaje claro: "Nos dijo que el partido se jugaba", enfatizó el presidente de River.

Gianni Infantino acudió al estadio Monumental para presenciar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, cuando se produjeron los incidentes con el micro del xeneize que llevó, al aplazamiento durante una hora del encuentro, en un primer momento, de otra hora y cuarto, después y, por último, a posponerlo al domingo.

La Conmebol, finalmente, acordó este domingo aplazar sin fecha la final y convocar a los presidentes de ambos clubes a Asunción el próximo martes, para buscar una solución.