(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Un antes y un después. La final ante Boca marcará el fin de un ciclo en River. Será similar a cuando culminó el Mundial de Clubes 2015 y se desmembró el equipo que ganó la Copa Sudamericana 2014, la Recopa 2015 y la Copa Libertadores del mismo año. Es que el duelo ante Boca (o como mucho el Mundial de Clubes) marcará el adiós de varios jugadores claves.

Un medio que sufrirá bajas de mucho peso

El primer nombre es el de Gonzalo “Pity” Martínez. El “10” seguirá su carrera en la MLS yanqui y se irá dejando tras de sí varios campeonatos, y una historia dada vuelta por completo: cambió silbidos y murmullos, por ovación y aplauso. Además, se convirtió en el jugador más gravitante de River ante Boca en los últimos 10 años. Será una pérdida difícil de reemplazar. A cambio, ingresarán al club u$s 15 millones, ya que se irá por la cláusula.

Lo mismo sucederá con Exequiel Palacios. La joven promesa “Millonaria” emigrará a España. El Real Madrid lo espera, a cambio de €20 millones. Se irá y podría hacerlo ganando la Copa Libertadores, nada mal para un chico de 19 años que este año llegó a la Selección Argentina. El tema es ¿tiene reemplazo River para él?

Habrá que ver que ocurrirá con Enzo Pérez y Juan Fernando Quintero. Ambos tienen contratos en dólares y será difícil para River retenerlos. Sobre todo, en el caso del ex Valencia, que sin Palacios, quizás, pueda recobrar la titularidad. El caso del volante colombiano es más emblemático: con la salida del Pity, está llamado a ser el conductor de River. Sin embargo, hace no mucho se habló de una poderosa oferta de China que podría llevárselo también. 

Los soldados de mil batallas cerca de dar las hurras

El ciclo Gallardo sólo tiene tres jugadores que han estado en todo su duración. Ellos son Leonardo Ponzio, Jonatan Maidana y Rodrigo Mora. Los tres casos son distintos. Ponzio es el capitán y emblema de River, y no son pocos los que creen que si todo termina de manera favorable para el “Millo” se retiraría con toda la gloria, abriéndole paso a Bruno Zuculini, que ha jugado en su posición algunas veces. 

En el caso del defensor, va siendo hora de dejarle el puesto a Lucas Martínez Quarta, quizás Maidana puede emigrar por un año o quizás acepte estar por detrás del jóven defensor y de Javier Pinola, que está llamado a liderar la nueva defensa de River. Ojo, Montiel y Casco no se moverían, aunque podría haber alguna oferta por el “4” de algún club europeo. 

¿Y Mora? Lo del uruguayo y River es más bien sentimental. Luego de de su operación en la cabeza del fémur, Mora no volvió a ser el que era. Aún así, el club le firmó un contrato por dos años y todo apunta a que se retirará en River. Su presencia es más bien simbólica y un ejemplo de perseverancia, pero si River logra poblar mejor la delantera, sus apariciones serán cada vez más esporádicas.

Adelante, todo está por verse

Es un hecho que River necesita, al menos, un delantero más. Lucas Pratto, más allá de su gol en La Boca y de sus últimas buenas actuaciones, no fue ese “killer” que fueron a a buscar en Núñez e, incluso, la ajustada situación económica podría conducir a que el club se desprenda de él, a cambio que algún club pague lo que falta pagar por el Oso, algo así como el 50% de su pase, unos u$s7 millones, aproximadamente. 

Habrá que ver que ocurre con Ignacio Scocco, hoy suplente para Gallardo y relegado. Nacho cada vez que entró, mojó. Incluso, ante Boca. Su promedio de gol es de cerca de un gol cada dos partidos, si se va Pratto crecen las chances que se quede, si no, quizás buscará emigrar. Ojo, ya lo intentó y Gallardo logró convencerlo que se quede. Rafael Santos Borré parece ser el más “seguro” pensando a futuro. Es un hecho que River, con Mora como está, deberá salir a buscar uno o dos puntas. 

Los pibes vienen asomando

El hecho que River haya reservado titulares en varios compromisos de este semestre y que el plantel que posee es más bien corto, permitió que varios juveniles tuvieran vuelo en la Primera División. Tales son los casos de Santiago Sosa (volante), Cristián Ferreira (enganche), Nahuel Gallardo (lateral por izquierda) y Julián Álvarez (Delantero) y, claro, el propio Exequiel Palacios que comenzó alternando en el primer semestre y se quedó con la titularidad post Mundial de Rusia. Sosa y Ferreira, incluso, llegaron a anotar algún gol. A ellos hay que sumarles a Benjamín Rollheiser (delantero) y Kevin Sibille (Defensor). Aunque en el caso de este último, podría irse a préstamo.

Dos que tienen que volver, ¿pero se queda uno?

A River, en enero, deberían volver Tomás Andrade, que anda muy bien en el Atlético Mineiro y Zacarías Morán Correa, que está en San Martín de San Juan. El último sería el único que podría quedarse. Por el chico Andrade, el club de Brasil pondría €3.750.000, dinero que sería más que bien recibido en la Tesorería del club.

¿Y Gallardo?

Juran y perjuran en el Mundo River que el “Muñeco” se quedará, sea cual sea el resultado. Él mismo advirtió que “nada es para siempre”. ¿Piensa en irse? No, pero si gana esta Copa ante el máximo rival, más todo lo que ya ganó, sumando a una renovación necesaria e inevitable con jugadores que más que jugadores son soldados de él, quizás configuren un escenario propicio para que Napoleón deje el club, con el único Waterloo de la cancha de Lanús en su haber. Igual, la respuesta la tiene sólo el DT de River y hoy es apresurado asegurar algo en este aspecto.