(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Mientras Claudio "Chiqui" Tapia aterrizaba en Moscú, luego de haber estado en la cancha de Lanús, dónde le entregó la Copa LIbertadores al Gremio, en la madrugada del jueves argentino estallaba un escándalo de enormes dimensiones. El vicepresidente de Independiente, Noray Nakis, era detenido acusado por "asociación ilícita" junto a otra veintena de barras bravas del club 'Rojo'. En plena alfombra roja, ingresando al Palacio del Kremlin, Tapia no pudo esquivar el tema: "Me da bronca", resumió.

"Me enteré hoy", comenzó diciendo y agregó: "La verdad es que siento bronca, me pongo mal. Nosotros estamos tratando de gestionar diferente, de mostrar transparencia", se diferenció Tapia y consideró: "Todos estos hechos no ayudan al fútbol argentino, tiene que volver a ser el espectáculo que todos queremos. Que la gente vuelva a los estadios", subrayó.

"Si hablamos de profesionalización, esto tiene que mejorar en todos los aspectos. Y este es uno clave", cerró Tapia, instantes antes de ingresar al Palacio del Kremlin, para conocer lo que el azar dispondrá para la Selección Argentina.