Fue complicado dar explicaciones después de tal cimbronazo: es que Bélgica se acostumbró a ser animador en los mundiales y está ante una de sus mejores generaciones de la historia.

Roberto Martínez, el español que dirige a los belgas, se expresó tras el mazazo que significó el 0-2 ante los norafricanos y los sacó del liderato del grupo a una fecha del final: "Es un resultado difícil. Después del gol, perdimos nuestra organización y no estuvimos bien en el último tercio. Este primer gol tuvo un impacto considerable para el resto del partido. El gol que encajamos es una jugada que hemos defendido así durante seis años. No creo que haya sido un problema de organización. A nivel mundial, tenemos que ser mucho más solidarios. Así se ganan los partidos en los Mundiales”

Más allá del resultado, Martínez destacó que “jugamos mejor que el día de Canadá (victoria 1-0 el miércoles), intentamos asumir riesgos. Habitualmente jugamos con una gran animación ofensiva, pero quizás hemos perdido esa alegría de jugar, quizás por la presión que tenemos sobre los hombros. Tendremos que ganar el último partido (contra Croacia, el jueves)".

E intentando encontrarle una explicación, expresó: "Es una cuestión de ánimo, no una falta de calidad en el plano técnico: jugamos con miedo a perder. Ahora es responsabilidad de los jugadores (levantar la situación)", subrayó. 

Para cerrar, dijo: "Debemos volver a encontrar nuestra identidad. El talento siempre está ahí, es quizás una de las fuerzas de nuestro equipo", destacó. "Es un resultado difícil. Después del (primer) gol, perdimos nuestra organización. No fuimos lo suficientemente buenos en el último tercio ofensivo. Ese primer gol tuvo un impacto considerable en el resto del partido", estimó el seleccionador. "Globalmente, tenemos que ser mucho más solidarios. Es así como se ganan los partidos en el Mundial", .