Argentina es finalista de la Copa del Mundo por sexta vez en su historia. Como en 1930, 1978, 1986, 1990 y 2014, la ‘Albicelste’ devenida en ‘Scaloneta’ tendrá la posibilidad de bordar la tercera estrella por encima del escudo de la AFA. Pero ¿cuáles son las claves para entender este torneo y la clasificación al partido decisivo tras derrotar 3-0 a Croacia en semis?

1) El factor Messi: tan decisivo como determinante. El capitán, la bandera, el emblema, el corazón de esta Selección, a sus 35 años, resultó determinante para esta campaña de Argentina. Aún en la derrota ante Arabia Saudita, Leo siempre dio la cara tanto dentro como fuera del campo de juego.

Contra Croacia, luego del susto por su molestia en el recto posterior de su pierna izquierda, jugó un partido superlativo con un gol de penal, una asistencia impresionante y un desgaste fenomenal para guiar al equipo a su segunda final del Mundo.

2) Un plantel que responde más allá de los nombres. Si bien este equipo tiene una base de titulares, esta Copa del Mundo demostró que va más allá de los nombres propios. Con modificaciones, algunas obligadas por lesiones o sanciones, y otras determinadas por el cuerpo técnico liderado por Lionel Scaloni, el once titular fue mutando con el correr de los partidos y adaptándose a distintos planteos tácticos.

 El encuentro ante Croacia no fue la excepción: Nicolás Tagliafico fue uno de los mejores ante los balcánicos y Julián Álvarez respondió con creces y goles la confianza de ser el delantero titular para semejante instancia. El regreso de Leandro Paredes a la titularidad también resultó y la vuelta al esquema de cuatro defensores fue un nuevo acierto del CT.

3) La solidez de la defensa y la confianza que irradia ‘Dibu’ Martínez. Más allá de cinco minutos frente a Arabia Saudita y los últimos diez ante Países Bajos en esta Copa del Mundo, el equipo argentino siempre demostró, no sólo en este Mundial sino en todo el ciclo, tener solidez en la última línea. Si a este factor le sumamos un arquero determinante que aparece en los momentos clave, encontramos aquí un elemento decisivo para poder explicar el desembarco de Argentina en la final.

Ante Croacia el equipo no sufrió y tuvo su triunfo más holgado en esta Copa del Mundo. Fue contundente en ofensiva y supo escalonarse para no sufrir y sellar el pasaporte al duelo del domingo en el estadio Lusail. Salir a disputar la pelota en el mediocampo fue clave, pero contrarrestar a Modric y compañía en sus intentos de acercarse al arco de ‘Dibu’ Martínez resultó el plan perfecto.

4) La confianza mutua entre cuerpo técnico, jugadores y los hinchas. Es común que aquellos equipos que trascienden la historia tienen un respaldo de los intérpretes en la cancha y aquellos que acompañan fuera. Esta Selección Argentina no es la excepción porque la comunión del plantel con el cuerpo técnico es total y así lo demostraron en sus declaraciones una vez más ambas partes tras el triunfo ante Croacia.

Messi, como capitán, y el resto de sus compañeros confían plenamente en el trabajo de Scaloni y el resto del equipo de conducción. Y el propio DT no ahorra en elogios cuándo le toca hablar de los jugadores. Es así que ayer Messi señaló la certeza y precisión del CT cuándo le plantean la forma de jugar cada partido y lo bien que leyeron el encuentro ante los balcánicos.

Y luego el entrenador en conferencia señaló que es muy fácil dirigir a estos jugadores porque si hay un error en la estrategia… “ellos lo solucionan dentro de la cancha”.

A este combo perfecto se suma una hinchada fiel que desde hace tiempo se ha transformado en el jugador Nº12 de este equipo para sostener en los momentos que así lo amerita y sumarse al festejo tras una entrega total dentro del campo de juego.

5) El peso de la historia, el ¿último? Mundial de Leo y el primero ¿sin? Diego. El almanaque y el peso de la historia puede ser un lastre o un efecto de motivación depende como se lo tome. En el caso de este grupo supo aprovecharlo para conquistar América en el mismísimo Maracaná y está haciendo lo propio en la Copa del Mundo para llegar a la sexta final de la historia cumpliendo con la premisa: cada vez que se accedió a semi se sacó boleto al encuentro decisivo.

La carga de ser ‘The Last Dance’ de Leo Messi en Copas del Mundo fue un peso específico ante Arabia Saudita pero luego, tanto el protagonista en cuestión como sus compañeros, se liberaron de ese peso y jugaron tal como lo habían hecho en el resto del ciclo, que los condujo a dos títulos (Copa América y Finalissima), 36 partidos invictos y un desfile en las Eliminatorias Sudamericanas.

Y por último se absorbió el 'efecto Diego' de ser el primer torneo ecuménico sin su presencia. Ayer durante la entrada en calor sonó ‘La mano de D10S’ y, lejos de ser un factor condicionante, fue un último impulso para enfrentar a los croatas.

El domingo es el último paso de esta Copa del Mundo pero, sin dudas, la marca de este equipo en Qatar y en la historia del fútbol argentino, ya está escrita con fuego. Sin embargo, la voracidad de esta ‘Scaloneta’ la llevará a buscar la coronación y bordar la tercera estrella en un escudo que volvió a brillar hace tiempo.