Con la llegada de Joaquín Correa al Inter a cambio de €30 millones, se cristalizó una nueva "sociedad" en un club de Europa con aroma albiceleste: la creada con Lautaro Martínez (ayer dos goles del "Tucu" y uno del "Toro" en la victoria ante Hellas Verona). Si bien es cierto que casi no hay jugadores de la Selección en el top 5 de equipos de Europa, sí figuran en equipos poderosos del Viejo Continente. Y lo mejor para Lionel Scaloni es que en muchos casos, incluso, están juntos.

Por cuestiones del azar o de la "suerte" en muchos casos, quedaron armados tándems interesantes que hasta parecen ahorrarle trabajo al DT de la Selección. Un ejemplo es que en Sevilla convivan los dos laterales hoy titulares, Gonzalo Montiel y Marcos Acuña, o que en París haya recalado todo un engranaje de generación de juego y ofensivo. 

Otra buena noticia que arrojó el mercado de pases europeo para Scaloni es la confirmación de Rodrigo de Paul como un jugador top. El surgido en Racing venía haciendo méritos en Udinese para llamar la atención de algún equipo con más galones. Y sus actuaciones y la Copa América ganada en Brasil lo depositaron en el Atlético Madrid de Diego Simeone. Comparte equipo con Ángel Correa, una de las variantes que tiene Scaloni en la parte ofensiva.

En el Bayer Leverkusen alemán, conviven Exequiel Palacios y Lucas Alario. No son titulares, pero sí variantes de peso para el DT albiceleste. Además, los dos llegaron a la Bundesliga provenientes de River y luego de trabajar con el mismo DT, por lo cual los puntos de contacto entre ambos se repiten. 

Aston Villa también reúne a dos futbolistas. Emiliano Martínez, el arquero titular de la Selección, y Emiliano Buendía.

El Tottenham, que ya tenía a Giovani Lo Celso, pagó en este receso €50 millones para llevarse a Cristian "Cuti" Romero del Atalanta. Así, Scaloni tendrá en Londres a su primer zaguero titular y a Lo Celso, siempre una alternativa en la mitad de la cancha. 

En Ajax, Villarreal, Betis y Fiorentina, también hay "doppieta" de jugadores albiceleste. El campeón de Países Bajos reúne a Nicolás Tagliafico y a Lisandro Martínez, dos que pelean para ganar más minutos en el equipo de Scaloni. En el Submarino Amarillo, están Rulli y Foyth, otros dos apellidos que perdieron algo de terreno. Betis sumó a Germán Pezzella y ya tenía a Guido Rodríguez, que fue durante muchos partidos de la Copa América titular en el mediocampo albiceleste.

Por su parte, el "viola" de Firenze abrochó a un habitual titular del equipo albiceleste, el delantero Nicolás González. Cabe mencionar que ya tenía a Lucas Martínez Quarta, otro de los defensores que parece haber llegado para quedarse en el equipo nacional.

El emblemático caso PSG

En París, convivían Leandro Paredes y Ángel Di María. Y ahora, se sumó Lionel Messi. De esta manera, bajo las órdenes de Mauricio Pochettin,  están tres engranajes clave del elenco albiceleste. Los tres fueron titulares en la final de la Copa América y forman parte de la ofensiva del elenco parisino y también de la Selección Argentina. Es una buena noticia para Scaloni que entrenen juntos, que convivan y también que el DT hable, literalmente, el mismo idioma. Poch y Scaloni pueden tener línea directa para hablar de los Tres Mosqueteros Albicelestes en París. Sin duda, una buena noticia.

Hay un cuarto jugador argentino, al menos hasta hoy, en PSG. Se trata del delantero Mauro Icardi. De todas maneras, puede terminar conformando una nueva sociedad si se muda a la Juventus, dónde ya está Paulo Dybala.

En Sevilla, son multitud

El caso más numeroso es el del Sevilla. El club de Andalucía acaba de sumar a Montiel y, poco antes de la Copa América, se había llevado a Alejandro "Papu" Gómez. A estos dos, hay que sumarles a Marcos Acuña y también a Lucas Ocampos, que ha estado en numerosas convocatorias de Scaloni, aunque quedó afuera de la Copa América en el corte final junto a Juan Foyth. 

De esta manera, en Andalucía, bajo las órdenes de Julen Lopetegui, habrá dos laterales y dos volantes de la Selección Argentina compartiendo entrenamientos, el día a día y sumando minutos juntos que, en la cancha, pueden traducirse en entendimiento.