Fue campeón del mundo con la Selección Argentina, jugó en River y ahora es abogado
Estuvo en los primeros planos del fútbol argentino, pero tuvo un cambio rotundo en su vida profesional.
El destino de un deportista rara vez sigue un guion preestablecido, y el caso de Joaquín Irigoytía, exarquero, es un claro ejemplo de ello. Alguna vez señalado como el "próximo Fillol" por su destacada actuación en River y campeón del mundo con la Selección Argentina, su trayectoria en el fútbol tomó rumbos inesperados.
Tras su paso por el “Millonario”, defendió los colores de Colón de Santa Fe antes de emprender una aventura internacional. Su recorrido lo llevó a la liga española con el Hércules CF, luego a Paraguay con Cerro Porteño y finalmente a México con Cobras de Ciudad Juárez.
Ya en la recta final de su carrera, regresó a Argentina para jugar en Almagro, Lanús y Aldosivi, donde colgó los guantes en 2006.
Lejos de seguir los pasos de muchos exfutbolistas en el ámbito deportivo como entrenadores o comentaristas, Irigoytía eligió un camino radicalmente distinto: la abogacía.
Se dedicó a estudiar Derecho en la Universidad de Belgrano y hoy ejerce como abogado en su Gualeguaychú natal, con habilitación para trabajar también en la Ciudad de Buenos Aires. Su campo de acción es amplio, abarcando el derecho ambiental, penal, civil, comercial y laboral, demostrando un compromiso social y una versatilidad que pocos esperarían de un exfutbolista.
Joaquín Irigoytía fue campeón del mundo con la Selección Argentina
Su momento cúspide llegó en 1995, cuando formó parte del plantel de la Selección Argentina que conquistó el Mundial Sub-20 en Qatar. Aquel torneo, dirigido por José Pékerman, fue un trampolín para futuras estrellas del fútbol argentino, como es el caso de Juan Pablo Sorín.
Irigoytía, como arquero titular de esa camada dorada, fue una pieza fundamental para la obtención del título. Su seguridad bajo los tres palos y sus destacadas actuaciones lo consolidaron como una de las grandes promesas del arco argentino. La final, disputada contra Brasil, vio al portero mantener su valla invicta en la victoria por 2-0, lo que le valió el reconocimiento como uno de los mejores arqueros del certamen.
Ese campeonato no solo marcó el inicio de una exitosa era para las selecciones juveniles argentinas, sino que también representó un hito personal para Irigoytía. Disputó los 6 encuentros del Mundial Sub-20 que terminó coronando a la “Albiceleste”.