En la previa, Louis Van Gaal habló de Leo Messi, chicaneando con la semifinal del 2014 y que "Argentina sin la pelota juega con 10" y pareció combustible para el actual futbolista del PSG.

Ante esto, "Qué miras bobo", repitió un par de veces Messi en el inicio de una entrevista televisiva tras el final del partido, y lo remató con un "andá para allá". Se supo que se lo dijo a Wout Weghorst, el autor de los dos goles de Países Bajos, con quien el capitán argentino tuvo varios encontronazos durante el partido y que varios de sus compañeros, también acusaron de provocar y “picar” el partido.

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Superada esta situación, expresó: "Sufrimos demasiado injustamente. Van Gaal vende que juega al fútbol y metió gente alta y empezó a meter pelotazos", dijo. 

Al DT neerlandés, también lo apuntó el “Dibu” Martínez. En la conferencia previa al encuentro, comparando la situación con la semi del 2014, El arquero argentino se lo tomó personal y vaya si respondió dentro la cancha: atajó dos y fue partícipe necesario en el triunfo. Cuando terminó el partido, dedicatoria con insultos incluidos cuando otra vez, se generaban tumultos.

Pareció un partido sudamericano. Un cruce entre Argentina y Brasil o bien con Uruguay, con pierna fuerte, con frases y cruces después de cada dividida.

Incluso cuando Messi se dirigía al banco argentino hasta se cruzó con el propio Van Gaal y le realizó un gesto como diciéndole que "hablás mucho" y por más que se notaba que no iba a pasar de un cruce verbal, intercedió Edgar Davids, ayudante de campo neerlandés, para calmar la situación.

Cuando el gol de Lautaro Martínez ya era una realidad y el pase a semifinales un hecho, los jugadores argentinos celebraron burlándose de sus pares de Países Bajos, y tras el partido, en declaraciones a los medios, expresaron que "hay que hablar menos y demostrar adentro de la cancha", coincidieron. Y vaya si Argentina lo hizo.