¿Qué fue de la vida de Hubertito Grondona? Desde la anécdota del secuestro hasta su experiencia como dirigente
El hijo de quien fuera mandamás de la Asociación del Fútbol Argentino pasó por casi todos los estamentos del deporte y contó una anécdota de su juventud.
Humberto Grondona, conocido en el mundo del fútbol como “Humbertito”, aunque ya no es un niño, recuerda constantemente a su padre, Julio Grondona, fallecido hace más de 10 años. Describe al expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) como un hombre poderoso, con los recursos de “Vito Corleone pero sin matar”, tal lo evocó hace unas semanas.
Construyó su carrera con la pelota, aunque a la sombra de su padre. Lo intentó como futbolista en primera instancia. Luego se consolidó como entrenador y actualmente lo hace desde la dirección deportiva. “Nunca dirigente”, aclara, despegándose del mandato familia (sus hermanos sí incursionaron en el mismo mundo que “Don Julio”).
Su foja de servicios como DT tiene como punto de partida Deportivo Mandiyú. Completa su derrotero en el fútbol argentino con Racing, Independiente y Godoy Cruz. Además, hay que contar Talleres, en dos oportunidades, y la misma cantidad de veces en Arsenal.
En el exterior estuvo al frente de América Cochahuayco en Perú y Unión La Calera de Chile. A nivel selecciones, la Sub 17 y 20 de México y las mismas juveniles de Argentina, con títulos sudamericanos incluidos. Actualmente es director deportivo de Mitre de Santiago del Estero.
La anécdota del secuestro que sufrió Humbertito Grondona
Antes de que Julio Grondona fuese presidente de la AFA, cuando la Selección no tenía estrellas y Arsenal era todavía un club con un puñado de años, Humberto jugaba en el Viaducto y se hablaba del interés de Independiente. A la salida de un entrenamiento, tres personas se bajaron de un auto y preguntaron por él. Tras darse a conocer, lo raptaron.
“Me ponen un arma en la cabeza y me tiran atrás, en un Fiat 1500 azul. Dimos muchas vueltas y me meten en una casa. Con el tiempo me entero que era en Villa Elisa. Ahí me tuvieron del 8 al 15 de agosto, negociaban con mi padre. Me trataban muy bien. Un día me dejaron dos armas en la mesa. A mí no me interesaba", le relató a Clarin.
Además reveló que pidió que el calvario finalizara: “Otro día me cuentan la cifra que pidieron y les dije: ‘Mátenme, porque esa plata no está’. Y ellos me decían: ‘Pero tu papá tiene muchos amigos’. Me iban a liberar un martes, cuando entregan el dinero, pero se mete la Policía, como siempre, y dicen que no me liberan”.
"Me largaron al otro día, a las 3 de la mañana y me dejaron en Temperley. Me tomé el 271 que me dejaba en la esquina de casa. A eso de las 3.30 me cruzo con un amigo íntimo de mi papá que se desmayó cuando me vio. Llegué a mi casa, subí las escaleras y me estaban todos esperando. Esa noche mi viejo durmió conmigo y al otro día me fui a ver Independiente – Racing”, reveló el director deportivo de Mitre de Santiago del Estero.
“La cosa terminó con la entrega de dos ambulancias al hospital Fiorito (de Avellaneda). Yo me enojé, y esto es un chiste, porque en su momento pedían 800 millones de pesos y terminaron pidiendo dos ambulancias que costaba cada una 12 millones. Entonces lo primero que dije fue: ‘'Bajó mi cotización'”, finalizó entre risas.