(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La chapa es impiadosa. Mali eliminó a la Argentina en 8vos de final del Mundial Sub 20. Es impiadosa y es mentirosa. La tentación de calificar el proceso desde el resultado es gigantesca, pero también errónea. 

El Seleccionado del “Bocha” Batista realizó un buen mundial desde el juego, con un gran primer partido y muy buenos momentos en el segundo juego y, justamente, ante Mali. Una ingenuidad defensiva le costó el empate y en los penales, Mali pateó mucho mejor. Pero es un pecado enorme juzgar el proceso Batista por este resultado. 

Lo primero y casi que hasta lo más importante, es que después de un desfile incesante de técnicos, que incluyó a Sergio Batista, Walter Perazzo, Marcelo Trobbiani, Humberto y Claudio Úbeda, la Sub 20 parece haber encontrado DT. 

Este proceso que culminó en la tanda de penales ante Mali, empezó desde el barro absoluto. Cuando tras el Mundial de Rusia, el equipo de Sebastián Beccacece quedó a la deriva. La dupla Scaloni-Aimar se hizo cargo del equipo y lo llevó a ser campeón en L’Alculdia.

Aimar se corrió para volver a su proyecto real (el Sub 17) y Scaloni tomó la Mayor. Ahí, apareció el “Bocha” Fernando Batista. Primero, mirado de costado, pero a fuerza de un trabajo a conciencia y de una buena elección de los jugadores, consiguió, primero, el pasaje al Mundial de Polonia, perdiendo el título del Sudamericano en la última jornada del Hexagonal y luego darle una identidad parecida a la perdida en el Mundial, dónde faltó algo de viveza y otro poco de suerte. 

Sin embargo, la lupa debe ponerse mucho más allá del Sub 20 (subcampeón en el Sudamericano de Chile), porque la Selección Sub 17 (campeona del Sudamericano en Perú) y la Selección Sub 15 (vigente campeona sudamericana), bajo el mando de Pablo Aimar y Diego Placente, respectivamente, son el verdadero proyecto. El semillero de lo que pronto será una Sub 20 que busque que resultado y proceso vayan de la mano. 

Es saludable que se note que las Selecciones juveniles ya no están a la deriva. Que hay una intención de seguir una línea, similar a la que llevó a la Argentina a sumar ¡seis! mundiales en la categoría Sub 20. Un proceso que se asemeje más a esa época dorada y no a este derrotero que marca que, desde 2011, el elenco albiceleste en su faceta Sub 20 no logra superar la fase de 8vos de final de un Mundial. 

En Polonia tampoco pudo ser, pero el trabajo que se realiza es para que lo visto en el reciente Mundial sea el piso y no el techo de las Selecciones Juveniles de la Argentina. Y eso sólo es una grandísima noticia y convierte en una gran injusticia quedarse, únicamente, con la precisión a la hora de tirar los penales.